¿Cuál será el papel de los bancos en la recuperación económica de la nueva normalidad? ¿Se convertirán en un actor fundamental para la activación de la economía? ¿Es el crédito o el crédito exprés la herramienta con la que los españoles podremos afrontar esta crisis?
La economía y la sociedad han estado practicamente paradas durante casi dos meses, y a medio gas un mes más. Así que los españoles nos vamos a enfrentar en la nueva normalidad a una situación económica crítica. Está claro que a muchos les costará recuperarse. Con el fin del estado de alarma, comenzaremos a ver la dura realidad reflejada en la tasa de paro (con el fin de los ERTEs). Muchas personas rozarán situaciones de extrema pobreza o riesgo de exclusión social.
Aunque el gobierno y los distintos agentes sociales está trabajando para frenar el impacto económico (a través del ingreso mínimo vital, por ejemplo) harán falta más herramientas para hacer frente a la falta de liquidez por la que pasarán muchas economías y empresas españolas en los próximos meses. En este sentido, los bancos serán protagonistas en la medida en que pueden facilitar ese dinero con cierta rapidez para que la economía comience a recuperar su ritmo.
Sin embargo, precisamente sobre el papel de los bancos, tiene mucho que decir la OCU. La organización de consumidores está alertando de una práctica que empieza a aflorar desde algunas entidades: el crédito exprés. Si bien, abrir la línea de crédito a las familias y las pymes se antoja absolutamente necesario, la OCU ya ha alertado de un ascenso muy peligroso de los créditos rápidos con importes elevados con TAEs por encima del 300%.
El crédito exprés no es una herramienta nueva. Estos créditos rápidos, de obtención casi inmediata, casi sin requisitos pero con intereses desorbitados y usurarios se popularizaron tras la crisis económica del 2008. La necesidad de dinero urgente de entonces, como pasará ahora, hace que miles de clientes se vean atrapados en créditos muy desproporcionados de los que les costará mucho salir.
Un tipo de crédito exprés que ya ha sido sancionado por la justicia – incluso por el Tribunal Supremo – es el caso de las tarjetas revolving. Se trata de tarjetas con intereses superiores al 20% y que te van renovando el crédito según lo vas amortizando. Al final, el usuario acaba atrapado en una espiral.
La OCU ha advertido a los consumidores que no se dejen engañar por este tipo de productos. Asimismo, insta a las entidades financieras para que no ofrezcan el crédito exprés como un señuelo de dinero fácil y rápido, sino que opten por créditos a largo plazo, con requisitos y teniendo en cuenta el historial de pago de sus clientes y las circunstancias actuales.