La propuesta del sector del libro y del Gremi de Floristes para celebrar Sant Jordi el 23 de julio, tras suspenderse la Diada del 23 de abril por el coronavirus, prevé paradas limitadas y firmas de libros pre-organizadas para cumplir con las medidas de seguridad e higiene.
Lo ha explicado la presidenta de la Associació d’Editors en Llengua Catalana, Montse Ayats, en una entrevista en Rac1 este domingo en la que ha informado de que la propuesta está pendiente de ser aprobada por el Procicat y los correspondientes Ayuntamientos.
En Barcelona, han previsto instalar unas 1.000 paradas, para lo que necesitarán la aprobación de la Comisión municipal de eventos; Ayats ha defendido que la propuesta del sector respeta todas las normativas de prevención.
PARADAS SÓLO DE PROFESIONALES
«Para evitar el efecto llamada» y las aglomeraciones, la propuesta de celebración del Día del Libro y de la Rosa del sector para este año prevé que sólo los profesionales puedan montar una parada: no podrán hacerlo asociaciones, particulares ni partidos políticos.
Así se evitarán saturaciones y se podrá «cuidar a los autores» que participen en las firmas, que piden organizar con antelación, y calculando antes cuántas personas asistirán para organizar los tiempos y los espacios.
«Las librerías y editores que quieran firmar lo mejor que pueden hacer es pactar con la gente que quiera ir«, para saber cuántas personas acudirán a la cita y poder organizarse, ha dicho Ayats.
Además, se regularán las colas y el movimiento entre las paradas, para las que se fijará un espacio máximo: «Lo que es seguro es que no podrá haber paradas de 40 metros».
Todos los visitantes deberán acudir con mascarilla, respetar la distancia de 1,5 metros y seguir las indicaciones sobre seguridad e higiene que dé la organización.