El norte de la UE declara la guerra a Calviño: No la quieren ni en pintura en el Eurogrupo

  • El Financial Times asegura que los países del norte urden una alianza para evitar el salto de Calviño.
  • La buena noticia es que la vicepresidenta cuenta con el apoyo del ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz.
  • Sánchez ha lanzado un tibio apoyo a su vicepresidenta y dice que ve "con muy buenos ojos" que lidere el Eurogrupo.
    • El salto al Eurogrupo de la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño no está tan claro como hace unos días. La dimisión del portugués Mário Centeno, hasta hace semanas líder de esta institución, abrió las puertas a la vicepresidenta española. Todo parecía indicar que Calviño aterrizaría en el Eurogrupo, el órgano que dirige y coordina a los ministros de Economía de la Unión Europea, y sería capaz de coordinar a los países miembros en referencia al plan de choque para paliar las consecuencias de la pandemia. Pero ahora, tal y como recoge el Financial Times, los países del norte buscan a la desesperada una alianza para bloquear el ascenso de la española por miedo a que abra el grifo de las ayudas. Pero la buena noticia es que Alemania no está con ellos, ya que su ministro de Finanzas, Olaf Scholz, apoya a Calviño.

      “¡No le des dinero a españoles”, dijo un camionero al primer ministro de Holanda, Mark Rutte. «No, no, no», contestó el presidente holandés ante la indignación de la mayoría de españoles que vieron el desafortunado vídeo. Hay una serie de países en el norte de la UE que no quieren que la Unión conceda grandes cantidades de dinero en forma de subvenciones a fondo perdido a los países más afectados por la crisis del coronavirus. Holanda es uno, pero hay muchos más en el norte y el este del continente que no quieren que lo que consideran una mala gestión de terceros les cueste dinero a los suyos.

      Por el momento, la UE ha aprobado conceder 750.000 millones de euros para ayudar a los países golpeados por la pandemia. De ellos, España recibirá cerca de 140.000 millones, algo que parece irritar a más de un país en la UE. Y en este contexto, el ascenso de la vicepresidenta económica del Gobierno Nadia Calviño como candidata para liderar el Eurogrupo supone un problema para estos países reticentes. Especialmente porque procede de uno de los países más necesitados y que más ayudas recibiría en comparación con otros, y que se trata de uno de los miembros más afectados por la pandemia. 

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      Es por eso que estos países quieren encontrar un punto en común para apoyar a una de las dos alternativas a Calviño: o el luxemburgués Pierre Gramegna o el irlandés Paschal Donohoe. Igual da. «El debate sobre el fondo de recuperación ha dividido en gran medida el bloque entre el Norte y el Sur, aunque Alemania ahora apoya la idea de las subvenciones y Olaf Scholz, el ministro de Finanzas del país, es un aliado de Calviño», señala el periódico.

      Pero lo que de verdad molesta a estos países norteños no es que Calviño tenga oportunidades o que esté bien vista para ocupar el cargo por países del sur, como Italia, Portugal o incluso Francia. Sino que Alemania, un país que por tradición de voto debería haberse alineado con el bloque holandés, apoye a Calviño. 

      En contra, Calviño tiene que España tiene ya bastante peso en la Unión. El exministro de Exteriores Josep Borrell es líder de la diplomacia de la UE, y al mismo tiempo, el exministro de Economía Luis de Guindos es vicepresidente del Banco Central Europeo. Pero a favor tiene que todos los grandes países de la UE apoyan la candidatura de Calviño. Al menos los que más peso económico tienen.

      SANCHEZ, UN TIBIO APOYO

      El presidente del Gobierno no es que haya realizado una campaña en Europa para favorecer el nombramiento de Calviño. El hecho de que su vicepresidenta diera el salto a liderar el Eurogrupo tiene un sabor agridulce para Pedro Sánchez. Agrio porque le pasaría por encima una de sus subordinadas que hasta ahora ha mostrado abiertamente su desacuerdo con varias decisiones del propio presidente. Y dulce porque al menos una española estaría coordinando el reparto de ayudas y la forma en que gastarlas, algo que daría al presidente relativa seguridad a la hora de financiar sus proyectos sociales

      Aún así, las palabras del presidente no han sido especialmente altivas. Solo ha dicho que ve «con muy buenos ojos» que Calviño dé el salto al Eurogrupo. Y a favor de Sánchez juega el hecho de que Calviño no tendría que dejar su cargo actual, sino que compaginaría ambos, el de vicepresidenta y el de lideresa del Eurogrupo, por lo que el presidente seguiría teniendo algo que decir sobre su vicepresidenta.