Casi 30 asociaciones y colectivos de trabajadoras de hogar y cuidados han acudido a las puertas del Congreso de los Diputados y han entregado a representantes de los diferentes grupos parlamentarios sus reivindicaciones, junto a una simbólica escobilla de baño. «Quienes limpiamos y realizamos los trabajos más invisibles pero que hacen posible el día a día, aún no tenemos plenos derechos laborales», han denunciado.
Según han informado los colectivos, al encuentro, que ha tenido lugar este martes, 16 de junio, han acudido representantes de PSOE, PP, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV, Bildu y Más País, quienes se han comprometido a impulsar medidas que amplíen el reconocimiento de derechos.
Tal y como han subrayado las asociaciones, el 16 de junio de 2011 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio 18 sobre trabajo decente de las trabajadoras y trabajadores domésticos con el propósito de garantizar la protección de este colectivo «históricamente discriminado», y equiparar sus derechos laborales a los del conjunto de trabajadores y trabajadoras. Hoy, nueve años después, la ratificación del Convenio 189 sigue estando pendiente por parte del Estado español, según han lamentado.
Así pues, los colectivos de empleo de hogar y cuidados han decidido acudir hasta las puertas del Congreso de los Diputados para hacer entrega de sus reivindicaciones, teniendo en cuenta que aún no tiene reconocidos, en igualdad de condiciones, derechos básicos como la prestación por desempleo, la equiparación en el cálculo de las pensiones, la inclusión en la ley de prevención de riesgos laborales o la protección frente al despido, entre otros.
«Nuestro colectivo reclama desde hace años, entre otras demandas, su incorporación plena al régimen general de la Seguridad social para dejar de ser tratadas como trabajadoras de segunda, ni más ni menos!, han defendido.
PAPEL «ESENCIAL» DE ESTOS EMPLEOS DURANTE LA PANDEMIA
En la pandemia, tal y como han destacado, «se ha dejado en evidencia el papel esencial» de estos empleos. «Llamativamente muchos de ellos se caracterizan por ser los más precarios, los peor remunerados y los más feminizados y racializados».
«El empleo de hogar y cuidados es un buen exponente, también de quienes sostienen la economía y los cuidados sin ningún derecho con trabajos informales, como las cerca de 200.000 -según estadísticas oficiales- trabajadoras de hogar y cuidados sin contrato, muchas de las cuales se encuentran en situación administrativa irregular», han remarcado.
A su juicio, la reconstrucción económica y social debe afrontarse reconociendo los derechos pendientes y garantizando la inclusión de todas las personas. Por ello, han exigido de nuevo la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos.
Esta ratificación, tal y como han defendido, debe estar «acompañada de su incorporación efectiva en la normativa interna, afrontando los cambios legislativos necesarios, estableciendo plazos concretos para su aplicación y con el respaldo de la dotación presupuestaria necesaria para que pueda implementarse»
Además, han reclamado la aprobación definitiva de la prestación por desempleo, ya que según sostienen, el subsidio extraordinario aprobado el 31 de marzo como medida de protección «es un paso importante pero solo un parche si no hay consolidación del derecho».
También han exigido el reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas migrantes, con la regularización de los y las trabajadores en situación administrativa irregular; así como la implementación de políticas públicas que garanticen los cuidados como derecho básico universal, entre otras cuestiones.