La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, se ha mostrado preocupada por los brotes de COVID-19 registrados en Pekín y en Alemania y ha avanzado que la Junta trabaja con anestesistas e intensivistas en la planificación de estructuras sanitarias de cara a posibles rebrotes en otoño.
«Tenemos que estar muy atentos», ha advertido la consejera, quien hay insistido en que en un mundo «globalizado» no hay «lejanías».
En este sentido ha avanzado en que ya se trabaja junto a los colectivos de médicos anestesistas e intensivistas en una planificación sanitaria. «Necesitamos ir de la mano de estos expertos para que nos digan qué aparatajes y espacios necesitan«, ha defendido la consejera, quien ha informado de que la formación a enfermeras para UCI es esencial.
Así, ha avanzado que se ha puesto en marcha un Plan de Formación de personal de enfermería para cuidados críticos.
Por último, ha asegurado que los brotes detectados en estos días en dos residencias de Valladolid y en el Hospital Río Hortega están «controlados e identificados».