Más de 200 personas protestan frente al Congreso contra la ‘ley Celaá’

Unas 200 personas, según la Policía Nacional, se han concentrado este martes frente al Congreso de los Diputados en Madrid para protestar contra la reforma educativa del Gobierno, la conocida ‘ley Celaá’, a la que atribuyen el propósito de desmantelar los centros de educación especial para favorecer la inclusión de sus estudiantes en centros ordinarios.

Bajo un sol implacable, familias al completo han acudido a las 16 horas a la plaza de Miguel de Cervantes aledaña al parlamento convocados por la plataforma ‘Educación Inclusiva Sí, Especial También’, que lleva meses advirtiendo de que el proyecto de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) «va contra los colegios de educación especial».

«Llevamos más de año y medio denunciándolo: la ley no busca el bien superior del menor, sino integrarlos poco a poco en colegios ordinarios sin tener en cuenta sus necesidades especiales», ha explicado José María Escudero, presidente de esta plataforma que integran familias y docentes de los 37.000 alumnos con discapacidad escolarizados en 486 centros de educación especial de toda España.

Buscando la sombra de los contados árboles de la plaza, con paragüas haciendo de sombrillas y mascarillas pero sin demasiada distancia social, los manifestantes se han hecho oír a unos pocos metros del Congreso, donde se celebraba la sesión plenaria. «¡Celaá, escucha a la especial!», ha sido una de las consignas dirigidas a la ministra socialista de Educación desde la concentración, poblada de corazones verdes y pancartas ambivalentes para defender tanto la inclusión como estos centros especiales.

«La ministra nos dijo claramente que el objetivo del Gobierno es reducir el porcentaje de niños con necesidades especiales en colegios de educación especial», afirma el presidente de la plataforma ‘Educación Inclusiva Sí, Especial También’, que a finales de mayo, tras una reunión telemática con Isabel Celaá, hizo un llamamiento a las familias a movilizarse.

El Ministerio de Educación y la propia Celaá han negado en reiteradas ocasiones que pretendan cerrar centros de educación especial. El proyecto de ley establece que «el Gobierno, en colaboración con las administraciones educativas, desarrollará un plan para que, en el plazo de diez años, los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad».

Sin embargo, esta disposición adicional de la ‘ley Celaá’ preocupa a familias, docentes y propietarios de los centros donde está escolarizado el 17% de los menores con necesidades educativas especiales que todavía no ha entrado en las aulas de la enseñanza ordinaria.

ROBERTO CHINCHILLA: «YO LO PASÉ FATAL»

«No es solo un tema de aprendizaje, está en peligro el bienestar de muchos alumnos», ha sentenciado Escudero durante la protesta señalando a Roberto Chinchilla, uno de los actores de la taquillera y premiada película ‘Campeones’. «Es un ejemplo de inclusión social plena», ha apostillado.

Roberto, como uno más en la concentración, relataba su experiencia. «A muchos como nosotros, en un cole te machacan desde el primer día. Yo lo pasé mal, fatal», ha asegurado, reclamando a los grupos políticos que «dialoguen» para preservar los centros de educación especial.

En uno de ellos, el Princesa Sofía del madrileño barrio de Canillas, un centro público y veterano, estudia Álvaro, de 17 años. José Antonio, su padre, ponía voz a su hijo en la protesta: «En una clase de integración, con 20 alumnos mezclados, el profesor no puede estar tan pendiente de ellos como en un centro de educación especial».

Lucía Gutiérrez es directora del colegio Virgen de Lourdes, un centro concertado de educación especial de Majadahonda (Madrid). «Muchos de nuestros niños vienen de la educación ordinaria porque cuando crecen socialmente se empiezan a descolgar de otros compañeros, y entre iguales funcionan mejorar, necesitan ese ambiente para desarrollarse», explicaba para defender la necesidad de este tipo de centros.

A pesar del calor, la concentración se ha prolongado animada y ruidosa durante más de una hora. «No hagan de la educación un arma política ni un instrumento ideológico. El bien superior del menor está por encima de todo ello», ha proclamado el manifiesto de la protesta, emplazando a los partidos a negociar un pacto educativo y al Congreso que rechace las enmiendas presentadas a la ‘ley Celaá’ que «intentan extinguir la educación especial».