Las estatinas podrían reducir la tasa de mortalidad en hospitalizados

El uso de fármacos para reducir el colesterol, llamadas estatinas, se asocia con una menor tasa de mortalidad y una menor incidencia de la ventilación mecánica en pacientes hospitalizados con COVID-19, según un estudio retrospectivo a gran escala publicado en la revista ‘Cell Metabolism’.

La investigación también mostró que el riesgo de mortalidad y otros resultados negativos no aumentaron por la terapia combinada que consiste en estatinas y medicamentos para reducir la presión arterial llamados inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA).

«Estos resultados respaldan la seguridad y los posibles beneficios de la terapia con estatinas en pacientes hospitalizados con COVID-19 y proporcionan una base para que los estudios prospectivos determinen si las estatinas confieren protección contra la mortalidad asociada a COVID-19. Además, nuestros hallazgos representan una importante contribución a la acumulación de pruebas clínicas sobre los efectos beneficiosos o perjudiciales de la prescripción de inhibidores de la ECA o BRA a los pacientes con COVID-19″, explica el autor principal del estudio, Hongliang Li, de la Universidad de Wuhan (China).

Actualmente, no hay ninguna vacuna o antiviral específicamente aprobado para prevenir o tratar la infección por el coronavirus. Debido a que es probable que no estén disponibles hasta dentro de meses o incluso años, la reutilización de terapias ya aprobadas podría ser una opción más atractiva. Las estatinas pueden servir para tal propósito porque retardan la progresión de la lesión pulmonar en los animales, mejoran las respuestas de las células inmunes y reducen fuertemente la inflamación, que es probablemente responsable de las complicaciones severas de COVID-19 como el daño a los órganos.

Aunque las estatinas tienen en general un excelente perfil de seguridad en los seres humanos, los estudios en animales han demostrado que aumentan la expresión de la enzima convertidora de angiotensina II (ACE2), el receptor al que se une el virus del COVID-19, el SARS-CoV-2, y que utiliza para entrar en las células huéspedes.

Por otro lado, los estudios en animales también han demostrado que la ACE2 protege a órganos como los pulmones contra lesiones inducidas por virus. Por consiguiente, no ha quedado claro cómo se ven afectados los resultados clínicos de los pacientes con COVID-19 por el uso de estatinas, ya sea solas o en combinación con inhibidores de la ECA y BRA, que se prescriben comúnmente con las estatinas y que también aumentan la expresión de los IECA2 en los animales.

Li y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio retrospectivo de 13.981 pacientes con COVID-19 ingresados en 21 hospitales de la provincia de Hubei (China). Entre esos pacientes, 1.219 utilizaron estatinas, principalmente atorvastatina en una dosis media de 20 mg/día. Entre los pacientes con hipertensión arterial, 319 utilizaron estatinas combinadas con inhibidores de la ECA o BRA, y 603 utilizaron estatinas combinadas con otros medicamentos antihipertensivos.

Los investigadores analizaron las tasas de mortalidad y los resultados secundarios, incluyendo la incidencia de la ventilación mecánica invasiva, el ingreso en unidades de cuidados intensivos (UCI), el síndrome de dificultad respiratoria aguda y las lesiones hepáticas, renales o cardiacas.

Debido a que los pacientes que tomaban estatinas eran mayores y tenían una mayor incidencia de lesiones pulmonares y enfermedades crónicas, los investigadores también realizaron análisis de subconjuntos de pacientes que fueron emparejados por características de referencia como la edad, la gravedad de la enfermedad y las condiciones preexistentes.

Durante un período de seguimiento de 28 días, el uso de estatinas se asoció con una menor tasa de mortalidad y una menor incidencia de la ventilación mecánica. El uso de estatinas se asoció con una tasa de mortalidad del 5,5 por ciento, en comparación con el 6,8 por ciento sin el uso de estatinas, lo que representa una disminución del 19 por ciento.

Cuando los investigadores examinaron la cohorte emparejada de 861 pacientes en el grupo de estatinas y 3.444 pacientes en el grupo no estatinas, el uso de estatinas se asoció con una disminución del 45 por ciento en la tasa de mortalidad, de 9,4 a 5,2 por ciento. En los casos emparejados, el uso de estatinas también se asoció con niveles más bajos de tres biomarcadores de inflamación y una menor incidencia del síndrome de dificultad respiratoria aguda e ingreso en unidades de cuidados intensivos.

En la muestra no emparejada, la mortalidad y los resultados secundarios a lo largo de 28 días no se vieron afectados por el uso de estatinas combinadas con inhibidores de la ECA o BRA, en comparación con la terapia combinada consistente en estatinas y otros fármacos antihipertensivos. Pero en la cohorte emparejada con 204 pacientes de cada grupo, el uso de estatinas combinadas con inhibidores de la ECA o BRA frente a otros fármacos antihipertensivos se asoció con un descenso del 65 por ciento en la tasa de mortalidad (3,4% frente a 9,8%) y una menor incidencia de lesiones cardíacas y síndrome de dificultad respiratoria aguda.

Sin embargo, el estudio no prueba que la menor tasa de mortalidad de los pacientes con COVID-19 sea causada directamente por el uso de estatinas, ya sea solas o en combinación con inhibidores de la ECA o BRA. Por ahora, tampoco está claro si los hallazgos se aplican a los pacientes no hospitalizados con COVID-19. Además, los resultados de los estudios retrospectivos deben interpretarse con cautela.

«Aunque estos datos proporcionan pruebas de apoyo a la seguridad de las estatinas o la combinación de estatinas con inhibidores de la ECA o BRA para el tratamiento de pacientes con COVID-19, parece justificado realizar más ensayos controlados aleatorios para explorar prospectivamente la eficacia de las estatinas en los resultados de COVID-19», concluyen los autores.