La relación entre Podemos y la Fiscalía cerca más a Iglesias en el caso Villarejo

  • El supuesto robo del móvil de una de las asesoras de Iglesias se ha vuelto en contra del vicepresidente.
  • Iglesias tuvo acceso a información del proceso antes de que se abriera, según el Confidencial.
  • El líder de Unidas Podemos hizo campaña con su papel en el robo y ahora es sospechoso.
  • La relación entre Podemos y la Fiscalía parece haber trascendido lo profesional, tal y como se desprende de las informaciones publicadas esta semana. No solo se ha publicado que Marta Flor, la abogada del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, tuvo acceso a información privilegiada sobre una de las piezas separadas del caso Villarejo antes de que la causa estuviera abierta gracias a la Fiscalía Anticorrupción; sino que, tal y como publica Confilegal, la propia Flor mantenía una relación íntima con uno de los fiscales al que cariñosamente llamaba Iron Man.

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    Captura de pantalla de una conversación de Marta Flor. Fuente: Confilegal.

    El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, tiene la soga al cuello. Iglesias ha pasado de ser una presunta «víctima» del excomisario José Manuel Villarejo a uno de los sospechosos de la pieza secreta en la que se investiga el supuesto robo del móvil de la exasesora de Pablo Iglesias, Dina Bousselham. Hasta ahora, las investigaciones han revelado que el líder de Unidas Podemos no solo no es una parte perjudicada, sino que escondió durante al menos cinco meses un pendrive con la información privada del móvil de su asesora, que tenía fotos íntimas de Bousselham. Pero la puntilla se la han dado tanto el diario El Confidencial como el Confilegal este miércoles, cuando han revelado que, primero, la abogada de Iglesias tuvo acceso a información clave de la pieza secreta en la que se investiga el supuesto robo del móvil gracias a una filtración de la Fiscalía Anticorrupción; y, segundo, que Marta Flor, su representante, tenía una relación íntima con uno de los fiscales al que llamaba Iron Man.

    Cada vez hay más dudas sobre el papel que interpretó Iglesias en esta investigación. Pero, tal y como indican las últimas informaciones, todo parece indicar que ha habido irregularidades en todo el proceso. No solo porque Iglesias se haya vendido como una víctima cuando en realidad no lo es, según el criterio del propio juez que instruye el caso, sino porque el vicepresidente ha tenido acceso a información privilegiada estando en el poder.

    Quién no recuerda a Iglesias vendiéndose en plena campaña como una víctima de Villarejo. «Las cloacas del Estado», repetía una y otra vez en cada esquina en la que se reunía con sus votantes. Pero ahora, la realidad es que, tras algunas indagaciones del juez Manuel García Castellón, Iglesias no parece una parte perjudicada, sino más bien todo lo contrario.

    El juez ya ha llamado la atención al vicepresidente en más de una ocasión. Pero las irregularidades en torno al proceso no hacen más que complicar las investigaciones. La primera de ellas es que, tras conocerse que Iglesias escondió durante al menos varios meses un pendrive con fotos e información sensible de Bousselham, la perjudicada se negó a denunciarle, a pesar de que García Castellón le recordó que estaba en todo su derecho de hacerlo. Ante la negativa de la asesora del líder de Unidas Podemos, el juez dejó entrever que estaba dispuesto a sentar en el banquillo a Iglesias por su cuenta, pero de momento no se ha tomado ninguna decisión expresa.

    Después de esto, la segunda irregularidad también llamó la atención de García Castellón. Iglesias y Bousselham acudieron al proceso bajo la representación de la misma abogada. El conflicto de intereses llevó a que el juez exigiera a la exasesora de Iglesias a que se buscara otro representante por conflicto de intereses.

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    Por el momento, el líder de Unidas Podemos ha guardado un silencio sepulcral en todo lo que envuelve este caso y no ha hecho declaraciones para aclarar si tuvo acceso a información privilegiada gracias a la Fiscalía o qué hizo con esa información sensible de su exasesora, la misma que ha sido después colocada en un medio de comunicación que ha formado Unidas Podemos para lanzar su propia información.

    ACTUACIÓN DE LA FISCALÍA

    Ahora, tras conocerse una conversación privada de Telegram a la que ha tenido acceso El Confidencial, se ha revelado que Marta Flor, la abogada de Iglesias, tuvo acceso a información relativa al proceso antes si quiera de que este se iniciara. Al parecer, Flor tuvo acceso a estos datos gracias a la Fiscalía Anticorrupción.  El chat era del equipo jurídico de Podemos, y en él se desvela que el Ministerio Público permitió que Iglesias fuera el único miembro de Unidas Podemos que figurara en el procedimiento en calidad de perjudicado.

    Este detalle fue clave, pues Iglesias utilizó esa calidad de perjudicado para hacer campaña durante todo 2019 para venderse como una víctima de las cloacas del Estado. Ahora, tras conocerse todo esto, la imagen de Iglesias ha quedado aún más tocada y se revela que está muy lejos de ser una parte perjudicada en todo el caso del robo del móvil a Bousselham.

    Al mismo tiempo, la información de Confilegal tampoco arroja datos positivos sobre el tema. El hecho de que Flor mantuviera una relación íntima con uno de los fiscales no hace más que arrojar dudas sobre el asunto. Aún así, todo está por ver.