La sanidad privada pide compensaciones para «paliar el deterioro económico»

La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) realizó un estudio, basado en cinco centros privados gallegos, que concluye que recibieron en Galicia al nueve por ciento de los pacientes hospitalizados por COVID-19 y al siete por ciento de los ingresados en UCI. Ahora pide al Gobierno central ayudas y «compensaciones para paliar el deterioro económico causado por la actividad de servicio asistencial».

En un comunicado, la alianza, que agrupa a más de 1.300 entidades sanitarias y al 80 por ciento de los centros privados en España, destaca los efectos de haber sido considerados un sector esencial que no pudo aplicar medidas de «reorganización laboral».

Los hospitales gallegos del estudio hicieron inversiones relacionadas con la COVID-19 de 435.000 euros y cancelaron y retrasaron inversiones por valor de 6,5 millones. Para comprar material sanitario destinaron un 39 por ciento más que en todo 2019, destacó la asociación, que trasladó su preocupación por el «riesgo de quiebra asistencial y financiera».

En la nota critica el «abandono» del Gobierno a un sector que da empleo a 266.000 personas. El peligro, dice, se «ha agudizado» con el fin del estado de alarma y se manifiesta en «la suspensión de pagos, concursos y cierres de pequeños centros sanitarios».

La situación es «extrema» en algunos casos, en los que las instalaciones estuvieron «abiertas como actividad esencial, sin pacientes por el confinamiento, con una caída abismal de ingresos y sin medidas de reorganización laboral». Estos centros tienen ahora, calculan, un tercio de las consultas habituales.

Además, ASPE y la Asociación de Hospitales de Galicia (Ahosgal) han lamentado que la Xunta y el Gobierno central «deriven la responsabilidad de unos a otros» y no resuelvan los problemas planteados.

Con las medidas del Sergas de suspender la actividad no urgente, cayeron un 82 por ciento las intervenciones quirúrgicas; un 77 por ciento las pruebas diagnósticas; y un 75 por ciento las urgencias. «A pesar de las dificultades expresadas, el cien por cien de los centros contrataron nuevos profesionales durante la crisis», destacaron.