Iglesias traga, renuncia al impuesto a los ricos y «apoya» a Calviño para el Eurogrupo

  • Iglesias ha renunciado al impuesto a los ricos de cara a presentar un plan con el PSOE para reconstruir el país.
  • La oposición de Calviño y la ministra de Hacienda han hecho que Iglesias cediera.
  • Podemos ha pasado a apoyar a Calviño al Eurogrupo a pesar de no tener puntos en común.
  • El vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias se ha visto obligado a tragar para mantener las costuras de la coalición. Una de las medidas estrella de Unidas Podemos era aplicar un impuesto a las rentas altas para, entre otras cosas, financiar las iniciativas sociales que llevaba la formación morada en su programa. Sin embargo, pese a que Iglesias ha sido capaz de llevar adelante muchas de sus medidas estrella, este impuesto revolucionario se ha quedado atrás por la negativa del PSOE. Al mismo tiempo, hay que sumarle el mal sabor de boca que ha dejado en Podemos el hecho de verse obligados a apoyar a la vicepresidenta Nadia Calviño para liderar el Eurogrupo por el mero hecho de ser española. La socialista ha sido el contrapeso de Iglesias en el Gobierno y ha frenado todas las aspiraciones sociales del líder de Unidas Podemos. Y ahora, si logra su objetivo, lo seguirá haciendo desde Europa.

    Es la primera vez, al menos según se percibe desde la formación morada, que Iglesias obtiene una derrota en las negociaciones con su socio de Gobierno. Esta semana, tras una intensa negociación para consensuar una propuesta para presentar en la Comisión de la Reconstrucción del Congreso, Iglesias ha dejado entrever que la posición de Podemos se ha debilitado a la hora de negociar. El impuesto a los ricos que forma parte del programa de Unidas Podemos se ha quedado en el tintero por la intensa oposición de con Nadia Calviño y de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Y al mismo tiempo, mientras Calviño se colgaba la medalla de haber tumbado las aspiraciones del líder de Unidas Podemos, Iglesias se ha visto en la obligación de «apoyar» su candidatura a liderar el Eurogrupo.

    Tras asumir que no se aplicaría ese impuesto que pretendía gravar la nómina de los más pudientes, es decir, que no se elevarían dos puntos los tipos impositivos a las rentas superiores a 130.000 euros y cuatro puntos a las que superen los 300.000 euros, se hizo una presentación formal de la candidatura de Calviño al Eurogrupo. Y los dirigentes y miembros del Gobierno de Unidas Podemos colgaron en su Twitter mensajes en los que reflejaban ese falso apoyo a Calviño.

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    «Sería una estupenda noticia que saliera adelante la candidatura de Nadia Calviño. Sin duda, esa mayor presencia de España ayudaría a que los debates europeos pudieran llegar a conclusiones favorables a corregir los enormes desequilibrios centro-periferia», ha comentado este jueves el ministro de Consumo, Alberto Garzón.

    Sin embargo, desde Unidas Podemos, o al menos desde el núcleo duro de Iglesias, no ven con buenos ojos que haya que apoyar a Calviño por el mero hecho de ser española. La vicepresidenta económica está bien vista por los socios europeos (al menos por los principales, como Alemania) y por algunas entidades como el Fondo Monetario Internacional por su visión liberal de la economía; algo que en Podemos no gusta. Y menos si se tiene en cuenta que el principal contrapeso en el Ejecutivo del vicepresidente segundo del Gobierno ha sido Calviño.

    Calviño se ha apuntado dos tantos. Primero aplacar la ambición de Iglesias y evitar sustituir al impuesto de Patrimonio por otro progresivo a aquellos que superen el valor de un millón de euros, algo que según Podemos aportaría a las arcas públicas 11.000 millones de euros anuales. Y segundo, obtener el respaldo «unánime» de todos los partidos políticos de aspiración nacional para liderar el Eurogrupo, lugar desde donde se coordinará a nivel económico cómo afrontar la crisis.

    Si Calviño logra entrar en este órgano comunitario, podrá incluso imponer su criterio al de Iglesias con más fuerza, ya que las decisiones vendrán desde la Unión Europea, y podrá someter a Iglesias a una vía más equilibrada para afrontar la crisis que no alimente más la deuda.