El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena impuesta de once años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de forma continuada de su hija que tenía entonces seis años cuando su hermano y su madre no estaban o cuando esta última estaba pendiente de un tratamiento por enfermedad. Además, se ratifica el pago de una indemnización a la víctima de 10.000 euros.
Así, se desestima el recurso presentado por la defensa del acusado contra la sentencia de la Audiencia de Málaga que lo condenó por un delito continuado de abusos sexuales con prevalimiento, por el que también se le impuso la medida de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a la víctima y comunicarse con ella durante diez años tras cumplir la prisión, ahora confirmada, igualmente.
Según se declaró probado en la primera sentencia, y ahora ha sido ratificado, durante aproximadamente dos años, en un periodo que se situaría entre el mes de junio de 2009 hasta finales del año 2011, y en el domicilio familiar, el acusado aprovechó las ocasiones en las que su esposa y su otro hijo habían salido o se encontraban en sus dormitorios en la parte de arriba del inmueble.
Así, señala la resolución, cuando estaba a solas con su hija «la sometió en numerosas ocasiones a diversos tocamientos». Esta situación se mantuvo hasta 2011 cuando la menor tuvo conciencia de lo que estaba sucediendo y valor para decirle al padre que la dejase y no la tocase más, pese a lo cual el acusado continuaba y ella se lo reprochaba, «porque no le gustaba y le hacía sentir incómoda».
Además, el acusado le llegó a decirle a su hija que no contara nada porque «él podría ir a la cárcel y se quedaría sin padre», indica la Sala, apuntando que la menor se sumergió en un estado de angustia y temor, máxime cuando la conducta del acusado para con ella empezó nuevamente con ocasión de su mayor acercamiento entre ellos, dado que la madre de la menor estaba aquejada de una grave enfermedad y volcada en su recuperación.
Finalmente, la menor relató los hechos a algunas de sus amigas e incluso, un día en concreto ya en 2018, lo hizo a una profesora de su colegio, procediendo el centro escolar el lunes siguiente a comunicarlo a la familia materna. La madre presentó denuncia ante la Guardia Civil y el acusado fue detenido y privado totalmente por sentencia de la patria potestad para con su hija menor.
El hombre reconoció en una carta desde prisión parte de los hechos contra su hija, una declaración que para el TSJA es «incompleta, y no ha servido para la colaboración con la Administración de Justicia, en orden a la averiguación de los hechos, negando en todo momento los hechos por los que viene condenado». «No existió, por tanto, confesión», concluye el alto Tribunal andaluz.