Un posible rebrote de COVID19 en España podría disparar la turismofobia

  • La aversión hacia el turismo no deja de crecer en los últimos años en lugares como Barcelona.
  • La saturación de espacios públicos y el aumento de los alquileres contribuyen a ello.
  • Un rebrote del COVID19 en alguna ciudad turística podría acrecentar esta tendencia.
  • El Gobierno de Pedro Sánchez está promoviendo el turismo interior mediante una campaña que invita a descubrir «la España increíble». Esta acción se enmarca dentro del Plan de Impulso al Sector Turístico que implicará la apuesta del Ejecutivo con 4.200 millones de euros de los que en realidad más de la mitad son préstamos.

    Esta campaña se complementará con la apuesta por buscar al turista internacional con el lema «Spain for sure», que fue presentado hace algunos días por los reyes, Rafa Nadal, Pau Gasol, Fernando Alonso o Ferrán Adriá.

    TURISMOFOBIA

    Es evidente que en la apertura de fronteras al turista para facilitar que no se desplome el sector más importante para el PIB español se pueden cometer algunas imprudencias en aeropuertos, donde los controles no parecen ser demasiado exhaustivos.

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    Y este hecho podría facilitar un rebrote que dispare una turismofobia que en parte está motivada, tal y como explicó el ministro Alberto Garzón, porque el sector en España es «estacional, precario y de bajo valor añadido» y estas tres características animan al ‘turismo de borrachera’ o al ‘turismo masificado’.

    El empresario hostelero Antonio Catalán advierte que el turismo de «sol y playa tiene capacidad de crecer, desde un punto de vista económico» en España. Eso sí, aseguró que el «turismo de borrachera» «va contra el prestigio de España. Las autoridades deberían tomar nota porque es un absoluto disparate y perjudica a la marca España».

    MASIFICACIÓN

    Una ciudad tan turística como Barcelona está gobernada por Ada Colau, que lleva un lustro en guerra contra Airbnb. El consistorio de la Ciudad Condal está en plena batalla contra el turismo masificado y es por ello que en cinco años ha interpuesto 6.453 sanciones, ha cerrado 4.900 pisos turísticos y ha cuadriplicado la tasa turística.

    La población de Barcelona y la de otros destinos turísticos, tal y como asegura el investigador George Doxey, atraviesan por cinco etapas: euforia, apatía, molestia, antagonismo y rendición ante la masificación de un forastero que está mejor visto que el inmigrante que viene a buscarse la vida.

    turismo
    Colau

    El documental ‘El síndrome de Venecia’, de Andreas Pichler, refleja cómo han asfixiado a los 50.0000 nativos de una ciudad por la que pasan cinco millones de turistas al año. Esta obra aventura que en 2030 no quedarán nadie entre los venecianos hartos de los turistas de día, que llegan, se echan foto y se marchan sin dejar ni un céntimo…

    TURISMOFOBIA EN LA PRENSA

    Juan Manuel de Prada se ha convertido en uno de los mayores enemigos del turismo en la prensa. El célebre escritor asegura que «no parece tan claro que el turismo sea esa gallina de los huevos de oro con que nos apedrean las meninges desde niños; o, al menos, parece cada vez más claro que la riqueza que el turismo genera tiene también letra pequeña».

    «Sobre todo para quienes viven en el centro de las ciudades invadidas por esta plaga, como es mi caso. Vivir en el centro de Madrid empieza a convertirse en un infierno en vida, con remesas de turistas invadiéndolo todo, cual plaga de langosta, colonizando las viviendas y convirtiéndolas en el escenario de sus putiferios low cost. Y a cambio, ¿qué riqueza real crea esta chusma?», añade.

    El articulista de ABC asegura que «a cambio de convertir las calles en un muladar con olor a orines rancios, están enriqueciendo a propietarios desaprensivos, empresas gestoras de alquiler sin escrúpulos y otros carroñeros».

    Y afirma que esta moda es la «expresión agónica (pero en su agonía las fieras resultan mucho más temibles) de un capitalismo bulímico que, después de arrasar las economías nacionales, quiere brindar a sus víctimas el pírrico consuelo de viajar a troche y moche (siempre en condiciones ínfimas, por supuesto), hasta convertir el planeta en un estercolero».

    CONCIENCIACIÓN

    Entre el 14 y el 21% de los habitantes de los barrios barceloneses de Sant Pere, El Born, Santa Caterina, Barceloneta y Sagrada Familia creen que el turismo es el principal problema de su barrio, asegura una encuesta encargada por el Ayuntamiento de Barcelona.

    En la segunda ciudad más habitada de España existe un creciente hartazgo ante los ‘boatparty’, fiestas en embarcaciones con reclamo etílico que suelen concluir en Barcelona con ruidos callejeros y altercados.

    La Federación de Asociaciones de Vecinas y Vecinos de Barcelona (FAVB) apostó el año pasado por la ironía para apostar por el «decrecimiento turístico» mediante la concienciación al turista, atónito al ver que le repartían folletos que le pedían no contar «a nadie que has estado de vacaciones en Barcelona».

    La FAVB dice que los turistas «son parte del problema de la masificación turística, que provoca que los vecinos sufran la presión sobre la vivienda y la pérdida de comercio de proximidad o de los espacios de referencia de la ciudad».

    ORDEN DEL TURISMO

    La masificación turística conlleva inseguridad y crecimiento de alquileres gracias a que departamentos se convierten de facto en hoteles que facturan sumas que solo pueden pagar los turistas.

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    Muchos agente creen que no sobran turistas en España, segundo país del mundo más visitado con 80 millones anuales, pero sí que falta una correcta ordenación del turismo que evite un enfado de algunos ciudadanos que miran con simpatía los actos vandálicos realizados por la organización catalana Arran o la vasca Ernai, que han dañado autobuses turísticos por ser símbolos de una ‘plaga’ bendita o maldita, según se mire.