El Teatro Real de Madrid ha reabierto sus puertas este miércoles, 1 de julio, con una versión de concierto semiescenificada de ‘La Traviata’ de Giuseppe Verdi, obra elegida para dar paso a la nueva normalidad tras el Estado de Alarma provocado por el Covid-19, con un patio de butacas repleto de mascarillas y numerosas medidas de seguridad tanto a la entrada como en el interior del recinto.
Mientras, en el escenario, la distancia y la ausencia de contacto físico, como el mítico abrazo entre Alfredo y Violeta, brillaban por su ausencia, en paralelismo a lo ocurrido durante la pandemia, una circunstancia que no ha restado emoción ni a la interpretación y a la sobria puesta en escena ya que, al término de la función, el público ha despedido a todo el elenco en pie y con una larga ovación.
Al inicio de la obra, se ha guardado un minuto de silencio por las víctimas del Covid-19. Previamente, para acceder al teatro, el público asistente ha visto cómo la apertura de puertas se producía una hora antes del comienzo de la función, por lo que se han cambiado las puertas giratorias con el fin de que que no haya contacto, así como la señalética.
También se ha establecido una distancia mínima de un metro y medio entre las butacas, de modo que siempre había dos sin ocupar, alfombras desinfectantes en los accesos y se contaba con 138 puntos de gel hidroalcohólico repartidos por todos los espacios. En el interior del teatro, todos los aseos (a los que se suman 8 nuevos) han estado sometidos a un estricto control de entrada y salida, además de una constante limpieza. También se han incrementado un 70 por ciento los acomodadores y se han realizado tests a trabajadores, elenco, coro y orquesta, entre otras medidas.
El entreacto ha tenido una duración de 40 minutos, superior al tiempo habitual, para que el desalojo fuera más tranquilo y ordenado, mientras que el servicio de barras se ha reforzado con 19 nuevos puestos. El desalojo del teatro al término de la función también se ha ido ordenando por megafonía.
Para la ocasión, el Teatro Real de Madrid ha invertido más de 340.000 euros en acondicionar sus instalaciones de cara a su reapertura, que ha contado con un 50 por ciento del aforo, lo que supone un total de 869 localidades disponibles.
Entre el público asistente, se encontraban la vicepresidenta Primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática de España, Carmen Calvo; la vicepresidenta Tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martinez-Almeida; el embajador de Francia, Jean Michel Casa; o la delegada de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy; además de Alberto Ruiz Gallardón, Patrono de Honor del Teatro Real y miembros del Comité Médico del Teatro Real, entre otras personalidades.
A pesar de que con la nueva normalidad la Comunidad de Madrid permite un aforo del 60 por ciento, el Teatro Real lo mantendrá en la mitad hasta el 6 de julio, cuando estudiará si lo amplía al 75 por ciento que establece la normativa a partir de esa fecha, una decisión que, al igual que el resto de medidas adoptadas, se ha realizado con un comité médico formado por cinco profesionales.
ESCENARIO EN CUADRÍCULA
Las medidas tomadas también han afectado a los actores y al resto del elenco –que han contado con apenas 10 días de ensayo para preparar la obra– ya que, para mantener la distancia de seguridad, se ha ideado una cuadrícula (de 2 por 2 metros) en el que cada uno de los espacios servía como guía para los cantantes solistas, que se movían en un espacio de 100 metros cuadrados, mientras que los 51 cantantes del coro se han mantenido en una misma posición, ocupando 260 metros cuadrados (m2), aunque sí han podido abandonar el escenario.
En cuanto a la orquesta, se ha situado en el foso, ocupando una medida más amplia (140 m2) de la que dispone el teatro en sus tres tamaños posibles, con el fin de mantener las distancias. De este modo, la mayoría de sus 56 músicos tocaban con mascarilla, atril individual y 1,5 metros de distancia entre ellos. En el caso de los instrumentistas de viento, contaban con paneles de metacrilato estratégicamente colocados delante de sus instrumentos y sobre el escenario se ha situado una banda interna con 16 profesores.
Se han usado también paneles acústicos para aislar la percusión. La duración de la obra también ha sido ligeramente superior a la prevista (más de tres horas) para poder realizar correctamente las labores de limpieza y desinfección entre cada uno de los actos.
Esta ha sido la primera de las 27 funciones de ‘La Traviata’ de Giuseppe Verdi, que se despedirá el 29 julio con cuatro repartos que completan las sopranos Marina Rebeka (aclamada en el estreno), Ruth Iniesta, Ekaterina Bakanova, Lana Kos y Lisette Oropesa en el papel de Violeta; mientras que como Alfredo subirán a escena Michael Fabiano; Ivan Magrì, Matthew Peleonzani e Ismael Jordi. A ellos se suman en el papel de Guirgio Germont los barítinos Artur Rucinski (despedido entre bravos en la función de este miércoles), Nicola Alaimo, Luis Cansino y Javier Franco.
El estreno, con el patrocinio de Telefónica, ha contado con la dirección musical del italiano Nicola Luisotti –protegido con una pantalla de seguridad–, quien dirigirá 21 funciones, mientras que Luis Méndez Chávez será el responsable de dirigir las otras seis restantes. El director de escena Leo Castaldi ha sido el encargado del concepto escénico, que ha aprovechado el «protocolo» de seguridad para convertirlo en «elemento de lenguaje» de esta puesta en escena.
El estreno de esta noche estaba previsto en la presente temporada en dos períodos: del 9 a 24 de mayo (10 funciones) y del 7 al 19 de julio (9 funciones). Debido al Estado de Alarma decretado por el Gobierno, las representaciones de mayo no pudieron realizarse y se está intentando reubicar en julio a los espectadores que habían adquirido sus entradas para esas fechas, al tiempo que se están recolocando a los de las funciones de julio afectados por la restricción del aforo, en cumplimiento de la normativa de seguridad sanitaria.
Precisamente, según han confirmado fuentes del Teatro Real a Europa Press, a partir del día 2 de julio saldrán a la venta 6.000 entradas, repartidas por todas las funciones, con el 25% de descuento. Las localidades que han quedado sueltas, por la división del aforo, saldrán al 50% de su precio.
En torno a ‘La Traviata’ se han organizado actividades paralelas en colaboración con la Fundación SGAE, Museo del Romanticismo y Museo Lázaro Galdiano.