UNICEF ha propuesto un «plan de emergencia educativo» para «reimaginar» la educación el próximo curso, que contemple un modelo mixto (presencial y no presencial), flexible para ajustarse a las necesidades de cada etapa y que fomente la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad educativa: padres, alumnos y profesores.
Así se desprende del informe titulado ‘COVID-19: reimaginar la educación. Aprendizajes sobre los que construir el nuevo curso’, elaborado por UNICEF y publicado este jueves 2 de julio.
El documento parte de las lecciones aprendidas este curso y destaca 10 aprendizajes a partir de los cuales UNICEF propone planificar el próximo año escolar con el objetivo final de generar planes y estrategias que permitan garantizar la continuidad de la educación en caso de que continúe la actual emergencia por la pandemia de COVID-19 o de que puedan surgir situaciones similares en el futuro.
«Tenemos una oportunidad única por delante: aprendamos de lo vivido. En el nuevo curso tendremos que asegurar la salud para garantizar la educación. Eso implica trabajar en prevención y diagnóstico temprano de déficits de aprendizaje para desarrollar las estrategias necesarias para lograr que la educación no se detenga en ninguna circunstancia, porque la educación es el germen de cualquier proyecto de recuperación a corto, medio y largo plazo», ha asegurado el presidente de UNICEF España, Gustavo Suárez Pertierra.
Para planificar el próximo curso con este enfoque, la ONG considera necesario el desarrollo de un plan de trabajo que garantice, entre otros aspectos, el funcionamiento seguro del centro educativo, la continuidad del aprendizaje, la inclusión de las personas y colectivos más vulnerables y el bienestar y la protección de la infancia.
Algunas medidas del plan serían, según se indica en el informe: revisar la infraestructura escolar y extremar las medidas de higiene, limpieza y desinfección de todas las áreas; establecer los canales de información de emergencia y crear las listas de distribución, actualizando los datos de madres y padres; dar a conocer el plan de emergencia a toda la comunidad educativa para que sepan cómo actuar, dónde ir y a quién acudir para reducir los riesgos; y realizar simulacros de manera periódica.
Para UNICEF, es necesario asegurar que las escuelas permanezcan abiertas, ya sea de modo presencial o virtual para evitar que se agudice el impacto negativo que la pandemia ya ha tenido en los niños por el cierre de los colegios, tanto en su «aprendizaje», como en «el desarrollo, la protección o la socialización».
«Hemos de tomar las decisiones que nos aseguren tener las escuelas abiertas, sea presencialmente o no. Debemos empezar el curso sabiendo qué hacer cualquiera que sea el escenario que nos encontremos, porque el curso es largo y las dificultades pueden aparecer en cualquier momento», ha precisado el responsable de educación de UNICEF España, Nacho Guadix.
Entre los aprendizajes que se recogen en este documento, UNICEF propone guiarse por «las tres ‘C’: una mayor consulta, coordinación entre administraciones y comunicación entre todos los actores involucrados que prevenga la confusión y el conflicto».
Además, la ONG advierte de que «la reconstrucción educativa no es gratuita» por lo que «ninguna administración puede subestimar la importancia de una adecuada dotación de recursos financieros en el sistema educativo para garantizar el derecho a la educación en el contexto de la emergencia».
La organización también considera importante acabar con la brecha digital y promover el uso saludable de las tecnologías, fomentar un uso seguro y responsable y desarrollar una actitud crítica ante la información; y pide no subestimar la importancia de la promoción de hábitos higiénicos y saludables en el sistema educativo.
Igualmente, sugiere rescatar la conciliación familiar con medidas en el ámbito laboral, como la posibilidad de flexibilizar o reducir la jornada laboral, permisos retribuidos o teletrabajo.