El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa, han presentado este lunes un frente común en vísperas del Consejo Europeo de los días 17 y 18: los dos quieren un fondo de recuperación post-covid que no se aparte del que ha propuesto la Comisión y, además, que esta ayuda no suponga una merma de los presupuestos ordinarios para la Política Agrícola Común (PAC) y la política de Cohesión.
«Es absolutamente esencial que Europa no pierda más tiempo y sea capaz de dar una respuesta lo suficientemente robusta», ha dicho Costa. «Julio tiene que ser el mes del acuerdo europeo», ha abundado Sánchez. Hace menos de una semana que Sánchez y Costa participaron, junto al Rey y al presidente portugués, en una ceremonia solemne de reapertura de la frontera cerrada por el Covid, y allí mismo, al despedirse en Elvas (Portugal), quedaron en seguir hablando.
Este lunes, en una rueda de prensa conjunta en el Palacio de Sao Bento de Lisboa, ambos han dejado claro su apoyo a la propuesta de ayudas de la Comisión, que han calificado de inteligente, equilibrada, justa y positiva.
Para Sánchez, el tamaño del fondo propuesto por Bruselas–500.000 millones en transferencias y 250.000 en préstamos– es la cantidad mínima necesaria. Además, ha señalado que gran parte tienen que ser transferencias y no préstamos y, lo más importante, que el plazo de ejecución tiene que ser «lo suficientemente amplio» para que los fondos puedan servir para una verdadera transformación.
En cuanto a la condicionalidad, ha señalado que las ayudas tienen que estar vinculadas a la transición digital y ecológica y a la capacitación de los trabajadores, porque ahora la tarea de todos es crear crecimiento y empleo.
COMPROMISO CON LA ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA
«Mezclarlo con otra serie de políticas creo que no es el momento ahora mismo», ha apuntado. En todo caso, ha señalado que su Gobierno está comprometido con las disposiciones el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y, por lo tanto, con la estabilidad presupuestaria.
En la misma línea, Costa ha señalado que en ese capítulo la propuesta de Bruselas es «particularmente inteligente» porque «no es ni un cheque en blanco ni una nueva troika», sino que cada país presentará sus programas de reformas y se tratarán en el marco del ‘Semestre europeo’ al que los Gobiernos ya están habituados, es decir, con una serie de recomendaciones de la Comisión que luego asume el Consejo Europeo.
Para Costa, está claro que no debe haber más condicionalidad, más allá de que cada país presente sus objetivos concretos en cada ámbito.
Aunque el anfitrión de la cita no ha querido este lunes «mostrar las líneas rojas, sino más bien apuntar líneas verdes» para alcanzar un acuerdo, Sánchez y Costa han marcado también una posición conjunta: su defensa de la política agrícola y la de cohesión.
Ante la posibilidad de que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, trate de convencer a los países más reacios a fondo de ayudas proponiendo a cambio recortes en el presupuesto ordinario, Sánchez ha subrayado que la PAC se ha demostrado como algo fundamental para la producción y el suministro durante las semanas de confinamiento.
LA PAC ES UNA POLÍTICA ANTIGUA, PERO GOZA DE BUENA SALUD
Es más, cree que la pandemia «ha dejado sobre la mesa algunas lecciones» y que las políticas «antiguas» que «algunos queridos colegas europeos» cuestionaban han demostrado tener «muy buena salud». Eso lo ha aplicado Sánchez a la PAC pero también a la Política de Cohesión porque puede ser «una gran oportunidad para responder al reto demográfico» que comparten España y Portugal.
En este punto, tras cierta hibernación de la relación bilateral por los meses de confinamiento, España y Portugal se han propuesto relanzar este capítulo, al que Sánchez ha dado importancia.
De hecho, ha sido él quien ha insistido a Costa para que anunciase la fecha de la 31 cumbre bilateral entre ambos países, que será a finales de septiembre o principios de octubre en la ciudad portuguesa de Guarda y se centrará en el desarrollo transfronterizo que «si era ya una urgencia, ahora es una prioridad fundamental para responder también a la crisis».
De cara a la negociación europea, ambos dirigentes han insistido en la gravedad de la crisis y en la necesidad de una respuesta conjunta. Costa ha incidido en que la recuperación de la economía europea necesita que se recupere el mercado interior, igual que la economía portuguesa necesita que se recupere España, que es su principal cliente.
Sánchez, de su lado, ha trasladado su llamamiento a la «unidad» dentro de España a una «unidad» europea que se concentre en la creación de crecimiento y empleo.