J.K. Rowling se monta otra pelĂ­cula criticando las hormonas usadas por transexuales

La autora de Harry Potter continúa sus esfuerzos comunicativos que ponen en tensión a la comunidad transexual de todo el mundo. Habiendo sido acusada ya de TERF (feminista radical excluyente) y de tránsfoba, además de haber sido reprochada por parte de los actores que dan vida a sus famosos personajes, J.K. Rowling no se da por vencida y continúa publicando tuits incendiarios. En su última incursión, la escritora advierte de los «riesgos a largo plazo» para la salud que presentarían las hormonas que se usan en los cambios de sexo.

«Los riesgos para la salud a largo plazo de las hormonas de sexo cruzado ahora se han rastreado durante un período prolongado. Estos efectos secundarios a menudo son minimizados o negados por los activistas trans«, alerta Rowling en su nuevo hilo, publicado el pasado domingo. Además, ha juzgado estas hormonas como «nuevos antidepresivos».

Defendió esto usando las palabras de Sophie, mujer trans que apoya la posición de la escritora: «Las prescripciones de hormonas son los nuevos antidepresivos. Sí, a veces son necesarias y pueden salvar la vida, pero deberían ser un último recurso, no la primera opción. Pura vagueza para aquellos que preferirían medicarse a invertir un poco de tiempo y esfuerzo en sanar sus mentes», escribió Sophie en Twitter.

Sophie Moncloa

Ha ido un paso más allá, y ha criticado los procesos de cambio de sexo en menores de edad, llegando a etiquetarlos de «experimentos no regulados en niños», citando las palabras del investigador Carl Henegan.

«NUEVO TIPO DE TERAPIA DE CONVERSIÓN»

«Muchos profesionales de la salud están preocupados porque los jóvenes que luchan con su salud mental están siendo desviados hacia las hormonas y la cirugía cuando esto puede no ser lo mejor para ellos», esgrime. Así, la autora se ha mostrado rotundamente escéptica sobre los procesos de conversión cuando los realizan, sobre todo, menores de edad. Asegura que puede sufrir una «pérdida de fertilidad y/o de sus completas funciones sexuales».

Varios expertos médicos se han dirigido en la misma red social a J.K. Rowling, advirtiéndola de que está utilizando estudios con escasa validez para defender su perspectiva. Críticas de todo tipo le llegaron enseguida a la escritora: «No hay evidencia para respaldar tus afirmaciones, las personas homosexuales no se están convirtiendo, las personas trans reafirman sus identidades». «Estás perjudicando activamente a una comunidad ya marginada», insisten.

J.K. ROWLING CONTRA LA CANCEL CULTURE

Este miĂ©rcoles, la revista estadounidense Harper’s publicaba una carta abierta que aboga por el fin de la ‘cultura de la cancelaciĂłn’, firmada por 150 personajes de la cultura, entre ellos, J.K. Rowling.

La ‘cultura de la cancelaciĂłn’ es un fenĂłmeno nuevo nacido a partir de las redes sociales, por el cual las masas confluyen en Internet para dirigir una crĂ­tica unificada y severa a un individuo con el objetivo de dañar su imagen y carrera profesional. Esto ocurre tras ser partĂ­cipe el personaje de una acciĂłn o comportamiento que se considere negativo, por ejemplo racista, homĂłfobo o misĂłgino.

SegĂşn los firmantes de esta carta, este fenĂłmeno acaba funcionando como censura en muchas ocasiones. «El libre intercambio de informaciĂłn e ideas, el alma de una sociedad liberal, se está volviendo cada vez más restringido», se lee en ella. 

«La restricción del debate, ya sea por parte de un gobierno represivo o una sociedad intolerante, invariablemente perjudica a quienes carecen de poder y hace que todos sean menos capaces de participar democráticamente», valoran.