Un simpatizante de Vox ha denunciado una agresión en A Coruña tras un acto del partido en la tarde del martes. En la denuncia ante la Policía Nacional, el joven explica que se le acercó una persona en el entorno de la plaza de Pontevedra y le pegó dos puñetazos en la cara tras decirle «puta España. Estarás contento, fascista de mierda».
El parte médico aportado por Vox detalla que la víctima sufrió una «contusión frontal» y una «herida superficial en el labio». El simpatizante se encontraba en el entorno del instituto Eusebio da Guarda cuando, según su relato, divisó al agresor, que identificó como uno de las participantes en otros actos de los «mal llamados grupos antifascistas».
El hombre se acercó al simpatizante de Vox y le dijo «puta España. Estarás contento, fascista de mierda» a lo que, según la denuncia, él le pidió que no lo insultara porque no se había dirigido a él. En ese momento, el agresor le propinó «dos puñetazos en la cara» y se marchó corriendo.
Uno de los acompañantes de la víctima en el momento de la agresión aportó una fotografía del denunciado, según consta en el escrito ante la Policía, pero los agentes no lograron localizarlo. Añade la denuncia que este simpatizante de Vox también afirma haber recibido mensajes «insultantes y amenazantes» en una red social.
VIOLENCIA
La portavoz de esta formación en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, que estuvo en A Coruña, sostuvo que el partido está «permanentemente acosado» y se quejó de que «en España a algunos no se nos permite discrepar y hacer una campaña política». «Estas cosas hay que denunciarlas y no se puede permitir que avance la violencia», añadió.
Monasterio, en declaraciones a los medios delante de una casa ocupada de A Zapateira, argumentó que el Gobierno «protege a los delincuentes y deja desprotegidos a los españoles. «Parece mentira que los españoles cuando se van de veraneo están pensando si cuando vuelven van a tener su casa ocupada», reprochó.
Sobre el brote de coronavirus registrado en A Mariña, la representante de Vox mostró su «preocupación» y su deseo de que no sea «el 8M de Feijóo». «Esperemos que, por tener miedo de contar la verdad antes de las elecciones, luego nos encontremos la próxima semana con un brote descontrolado», señaló.
