Lo sabemos. La mascarilla es un complemento imprescindible, indispensable y necesario este verano. Y no podemos prescindir de él mientras no podamos garantizar los casi dos metros y medio de distancia de seguridad entre el resto de las personas. La vuelta a «nueva normalidad» es lo que tiene, cosas y cambios nuevos, inesperados, y el hecho vivir en una incertidumbre a que el virus rebrote e irrumpa sin saber de qué forma en nuestras vidas.
Y entre esos cambios está el de llevar siempre y en casi todo lugar la mascarilla. Un accesorio que ya puedes encontrarlo de varios colores, tamaños, diseños y caracterÃsticas diferentes, sÃ, pero no que por ello signifique que continúe siendo molesta e incómoda de llevar, sobre todo si en la calle hace 40 grados.
1Elige un material fresco y transpirable para la mascarilla
No importa el estilo de mascarilla facial que uses elijas, porque lo esencial es que puedas respirar correctamente mientras estés en movimiento. Si el ancho de tu rostro es demasiado grueso o ajustado, podrÃa restringir tu respiración y volverse aún más incómoda cuando hace calor o humedad, asà que las mascarillas con filtros pueden ser especialmente complicadas para respirar, si el material del filtro no permite el flujo de aire adecuado.
Y usar una tela de algodón de color claro, por ejemplo, generalmente es más transpirable que las telas sintéticas y absorberá menos calor del sol.
