La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha avisado este lunes al régimen de Nicolás Maduro de que las elecciones anunciadas para el próximo diciembre en Venezuela deberán dar garantías democráticas y ser «limpias» para que sus resultados sean reconocidos por la Unión Europea.
Así lo ha expresado la jefa de la diplomacia española al término de una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas durante la que han abordado brevemente la situación en Venezuela y los últimos incidentes que han tensado las relaciones, tras el anuncio de Caracas –después corregido– de que la embajadora de la UE en el país sería expulsada en represalia por las últimas sanciones europeas contra altos cargos de Maduro.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha dicho también al término de la reunión a 27 que ha propuesto que se reúna el Grupo de Contacto Internacional y otros actores clave –en alusión al grupo de Lima– para «analizar» el modo en que se van a desarrollas las elecciones parlamentarias y también para enviar un «mensaje firme» al régimen de Maduro sobre sus últimas decisiones.
González Laya, por su parte, ha informado de que España ha subrayado la importancia de que las elecciones sean «democráticas, legítimas y limpias, como garantía de que la UE pueda reconocer este resultado».
Aunque la cuestión no ha sido debatida en profundidad durante la reunión a Veintisiete, según han precisado fuentes europeas, la ministra española sí ha destacado que la Unión Europea ve con «preocupación» los comicios si no se celebran de acuerdo al funcionamiento democrático.
«Hemos expresado la necesidad de asegurarnos de que estas elecciones respeten las reglas de juego democrático para que sean reconocidas por la UE», ha remachado, para después apuntar también una posible «ventana de diálogo» con Caracas después de que las autoridades dieran marcha atrás en el ultimátum a la representante de la UE en el país.
LA UE PREOCUPADA POR HONG KONG Y TURQUÍA
Los ministros también han aprovechado su reunión en Bruselas para abordar otros asuntos de la agenda internacional que observan con preocupación, como la situación en Hong Kong tras la adopción de la Ley de Seguridad Nacional china o la escalada de tensión entre la UE y Turquía.
En el caso de Hong Kong, Borrell ha dicho que hay voluntad de buscar una «respuesta coordinada» para mostrar el apoyo de la UE a la sociedad civil y la autonomía de Hong Kong, pero que algunas de las medidas que se contemplan, como la concesión de visados a ciudadanos, son elementos cuya competencia recae directamente sobre los Estados miembro y no sobre la UE como bloque.
Algunos estados miembro empezarán a «anunciar medidas en los próximos días», ha dicho el representante europeo, sin dar más detalles, quien ha insistido en que en cualquier caso todos los pasos se darán «de manera coordinada» entre los países miembro para que forme la respuesta de la UE.
El debate sobre Turquía tampoco ha llevado a conclusiones claras, pero Borrell ha buscado el consenso de los socios de la UE sobre la urgencia de encontrar el modo de desbloquear los contactos con Ankara para tratar de rebajar la tensión.
«Una cosa es dialogar y otra negociar», ha advertido el Alto Representante, para subrayar la necesidad de recuperar el canal con el régimen de Erdogan al tiempo que se censura sus acciones unilaterales en el Mediterráneo oriental.
«España piensa que hay que buscar abrir avenidas de diálogo para reconducir una situación que está llegando a un punto de conflicto que pensamos que es peligroso entre dos vecinos y socios estratégicos», ha opinado, por su parte, la ministra española.