La vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, ha condicionado la reunión de la mesa de diálogo con Cataluña a que los dos socios de gobierno, ERC y Junts per Catalunya, resuelvan sus diferencias sobre la conveniencia de celebrar un nuevo encuentro.
«El Govern de Cataluña tiene dos partidos distintos, y uno de ellos, que impulsó la mesa está en la tesitura de sentarnos pronto. Pero el otro está en una dirección no afín a esa posición. Cuando parezca que hay acuerdo para sentarnos, nosotros nos sentamos», ha asegurado este martes Calvo en una entrevista en RNE.
En este sentido, la vicepresidenta ha mostrado la disposición del Ejecutivo por normalizar la vida política y a compatibilizar las agendas con el virus, que «va a durar mucho tiempo». «Tendremos que convivir, no parar el resto de las metas que tenemos trazadas», ha apuntado.
En esta línea, Calvo ha mostrado la «profunda convicción democrática» del Gobierno con Cataluña y con el Govern, constituido por «dos partidos independendistas.
«Lo hemos dicho de verdad. Mientras hemos atravesado el estado de alarma parecía que no era el momento, pero ahora tendremos que convivir con la normalidad política que nos obliga por convicción al dialogo y encontrar acuerdos y sentarnos en una mesa en el momento que se plantee», ha afirmado Calvo.
La vicepresidenta se ha expresado así después de que la portavoz de ERC, Marta Vilalta, reclamase la pasada semana al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que convocase la reunión entre partidos y entidades independentistas que anunció para acudir «preparados» a la mesa de diálogo cuando se produzca.
En esta línea, la dirigente soberanista insistió en que la mesa de diálogo entre los dos gobiernos debía reunirse lo antes posible este julio, y que por ello había que hacer estas reuniones preparatorias, pero que, más importante que la fecha y el lugar donde se celebre, es «el contenido».