El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata da por acreditado que Jordi Pujol Ferrusola, hijo primogénito del expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol «habría concedido su aval personal» por el total de 336.000.000 pesetas –unos 2 millones de euros– para financiar ilícitamente a la extinta Convergencia Democrática de Cataluña (CDC).
Así lo dice el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 en el auto por el que pone fin a ocho años de investigación sobre el origen del patrimonio de la familia Pujol y por el que propone juzgar al expresidente catalán, a su mujer Marta Ferrusola y a sus siete hijos por formar presuntamente una organización criminal para, aprovechándose de su «posición privilegiada de ascendencia en la vida política, social y económica catalana durante décadas», acumular un «patrimonio desmedido directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas».
En la resolución, de 509 páginas, el magistrado instructor destaca que existen «indicios sólidos» que acreditan que la fortuna no procede, como alegan desde el principio los miembros de la familia, de una herencia del abuelo Florensi Pujol, sino que se trata de una estrategia de ocultación de fondos liderada por el matrimonio y dirigida por el hijo mayor.
CON DINERO EN CUENTAS ANDORRANAS
Sobre Jordi Pujol Ferrusola, el juez instructor recalca que «habría concedido su aval personal a operaciones de financiación ilícita del partido político Convergencia Democrática de Cataluña –condenada en firme por el ‘caso Palau’ por el cobro de más de 6 millones de euros por comisiones ilegales– con liquidez suya propia en cuentas andorranas».
El magistrado indica que por las fechas en las que se desarrolló la operativa, «parece que pudo relacionarse con una campaña electoral, las elecciones generales de marzo del 2000″. «Por tanto, la liquidez gestada en virtud de las líneas de crédito podría haberse utilizado para obtener recursos con los que pagar servicios al partido CDC, relacionados con esa campaña electoral», dice el auto.
El juez De la Mata explica que CDC propuso a las sociedades Hispart, Altraforma y Winner Graph, con las que venía contratando servicios de publicidad y propaganda para campañas electorales, proceder al pago de estos servicios mediante «procedimientos opacos, simulando la existencia de determinadas operaciones de préstamos a cada una de estas empresas».
Los préstamos serían concedidos formalmente por Fibanc, entidad financiera con la que ninguna de las tres mercantiles tenía «relaciones comerciales o bancarias previas, ni de financiación ni de ninguna otra clase», sino con Pujol Ferrusola, pues disponía cuentas personales en dicho banco.
Según el juez, la elección de Fibanc por parte del hijo mayor del matrimonio Pujol Ferrusola para llevar a cabo esta operativa «no parece casual», ya que tenía conexión con las cuentas andorranas desde las cuales se realizaba el aval para ejecutar la financiación.
MECANISMOS ILÍCITOS
Así, los representantes de las tres empresas acudieron a instancias de CDC a firmar la solicitud y el contrato de préstamo, quedando el partido político oculto, aunque el abono mensual de los recibos del préstamo sería atendido por la formación «mediante mecanismos también ilícitos».
Para apuntalar esta tesis, el juez recoge una carta firmada por Jordi Pujol Ferrusola el 16 de diciembre de 1999 dirigida al representante de la banca Reig Josep María Pallerola Segon, pidiendo que le conceda una serie de avales, a través de Fibanc, para garantizar «facilidades crediticias» a las siguientes empresas y por las cuantías especificadas: Hispart por importe de 168.000.000 pesetas; Altraforma por 56.000.000 pesetas; y Winner Graph por la cuantía de 112.000.000 pesetas.
El magistrado concluye que la simple observación de las partidas económicas» de las tres empresas «sugiere que, de no ser por el aval concedido por Banca Reig a través de Jordi Pujol Ferrusola, las líneas de crédito parece difícil que se hubiesen conseguido en el volumen descrito».
Además, subraya que los movimientos en cada unas de las cuentas corrientes vinculadas a las operaciones de préstamos, «ponen de manifiesto determinados patrones en la operativa implementada que no parecen ajustarse a la finalidad, idéntica, por cierto, anunciada por las mercantiles en cuento al uso del crédito solicitado: ‘financiación para pago a distintos proveedores'».