La Fiscalía ha solicitado 13 años de prisión en total para el ‘fugitivo de Turieno’, Luciano José Simón Gómez, por homicidio en grado de tentativa, atentado -a agentes de la autoridad- y tenencia ilícita de armas.
La Audiencia provincial le ha denegado recientemente la libertad provisional por riesgo alto de fuga, y ha prorrogado hasta dos años más la situación de prisión provisional comunicada y sin fianza en la que se encuentra desde el 20 de julio de 2018, hace casi dos años, cuando fue detenido tras parapetarse en su vivienda de Turieno, en Camaleño, desde la que disparó varias veces a agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar alertados por sus familiares, e hirió a uno de ellos.
El juzgado de instrucción de San Vicente dictó a principios de año el auto de conclusión del sumario y elevó la causa a la Audiencia provincial de Cantabria, que acaba de dar traslado a las acusaciones personadas -Ministerio Fiscal, Abogacía del Estado y la acusación particular que ejerce el guardia herido-, para que formulen su calificación.
La Fiscalía le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que pide siete años y medio de prisión, inhabilitación durante el periodo de condena, y siete años de libertad vigilada, según han informado fuentes del Ministerio Público. Por el delito de atentado a agentes de la autoridad solicita otros cuatro años y medio de prisión, y otro más por tenencia ilícita de armas.
Asimismo, el fiscal le pide una multa de 6.750 euros por un delito de daños, y una indemnización de 21.000 euros en concepto de responsabilidad civil por las lesiones causadas al agente de la Guardia Civil que hirió, así como la cantidad en la que se tasen determinados gastos, al Servicio Cántabro de Salud y a la Guardia Civil.
LOS HECHOS
Los hechos sucedieron el 17 de julio de 2018 sobre las ocho de la tarde, cuando el procesado, «tras romper sus hermanos el cristal de la puerta de su habitación, por no saber nada de él durante algún tiempo, se encaró con ellos esgrimiendo una navaja, por lo que estos abandonaron la vivienda y dieron aviso a la Guardia Civil».
Cuando los agentes llegaron acompañados de un familiar, el procesado «les recibió, inicialmente, con amenazas verbales» al tiempo que esgrimía una navaja. Después, desde una ventana de la vivienda volvió a amenazarlos con «coserlos a tiros» y cuando llegó otra patrulla «sacó una escopeta por la ventana y realizó un primer disparo al aire». Posteriormente siguió realizando «sucesivos disparos que impactaron detrás de los agentes».
En un momento dado, la Guardia Civil decide acceder a la casa, «momento en el que de nuevo realizó disparos, esta vez ya dentro de la vivienda a oscuras, solo iluminada por las linternas y luces de los escudos de los agentes, y desde el desván de la casa».
Fue entonces cuando hirió a un agente que subía por las escaleras, «al impactar el disparo en el escudo que protegía su cuerpo, causándole lesiones en el pie derecho al rebotar los proyectiles». «De no contar con el escudo protector, la bala podría haber impactado en órganos vitales», señala el auto de conclusión del sumario.
El hombre siguió efectuando disparos desde la ventana y «durante el tiempo que duro la intervención, y en la que se le requería para que se entregase, este contestaba con frases como ‘voy a matar a un guardia, al cuartel voy a ir con los pies por delante’ o ‘que habían ido a su casa e iban a morir en su casa».
Finalmente, Luciano José Simón Gómez logró huir, y fue detenido tres días después -a la una de la madrugada del 19 de julio- en las inmediaciones de la vivienda.