Ramón Espinar especula con su regreso para arrebatar Podemos a Iglesias

  • El exsenador de Podemos ha sido la voz más crítica contra Pablo Iglesias.
  • Espinar ya se planteó volver al partido en 2019, pero lo descartó tras el pacto de Iglesias con el PSOE.
  • Espinar aspira a liderar Podemos y dar un giro democrático a la formación morada.
  • El exsenador de Podemos Ramón Espinar quiere volver a su viejo partido. Ya el año anterior, la casi certeza de que Iglesias iba a arrasar en la Asamblea Ciudadana que se estaba por celebrar (que luego ganó con el 10% de los votos) alejó al exdirigente de la formación morada de la carrera por liderar el partido. Sin embargo, Espinar, al igual que otros díscolos de Podemos que tuvieron que salir por la puerta de atrás por diferencias con el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha olido la sangre política y amenaza con volver. Eso sí, solo con vistas a liderar el partido que Iglesias tanto ha desgastado.

    Espinar ha esquivado un encontronazo directo con Iglesias desde que salió del partido. Según pudo saber MONCLOA.COM, el exsenador no descartó el año pasado la posibilidad de presentarse para liderar el partido que cree que han desgastado, entre otras cosas, a golpe de gestos autoritarios y sectarios. Sin embargo, la victoria diplomática de Iglesias que le llevó a llegar a un acuerdo con el PSOE que valió nada menos que cuatro ministerios y una vicepresidencia sedujo a Espinar de echarse a un lado y esperar su momento.

    Ahora, el caso Dina y el brutal desgaste que ha sufrido Iglesias desde que es vicepresidente del Gobierno han hecho saltar las alarmas dentro del partido. No todos quieren a su líder y ya se barajan opciones alternativas para refrescar un partido que no ha dejado de perder votos desde 2015. Por supuesto, la favorita para suceder a Iglesias es Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, pero Espinar no descarta entrar en la carrera y probar suerte, pues sabe que aún tiene apoyos dentro del partido.

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    De entre los candidatos que aspiran al trono, Díaz cuenta con mucho apoyo por su eficiente labor al frente de Trabajo. Sin embargo, Espinar no tendría problema en volver a la formación y someterse al escrutinio de las bases en un partido renovado en el que la pareja de Galapagar ya no tenga una presencia casi incontestable. Es cierto que la ministra de Igualdad, Irene Montero, no dejaría el tren pasar y puede que se presentara. Pero su figura política está muy tocada tras ejercer como ministra de una cartera inventada que no ha traído más que titulares polémicos a su apellido.

    El objetivo de Iglesias es claro: acabar su mandato como vicepresidente. Después de eso ya se verá, pero según ha podido saber MONCLOA.COM, el líder de Unidas Podemos está cansado de su sobreexposición mediática y se plantea colgar la coleta según acabe el mandato, sea antes o después de lo esperado. Es ahí donde se abriría la guerra de sucesión y donde Espinar, Díaz y Montero entrarían en la carrera por renovar Podemos.

    Díaz representa la renovación más absoluta. Su origen político en Izquierda Unida y su independencia dentro del Ejecutivo le han sido suficiente aval como para representar un giro de 180 grados en la política del partido. Algo que entusiasma a más de uno en las bases del partido. Sin embargo, el peso de Espinar también se haría notar, pues representa ese ala díscola de Podemos que salió del partido y no se montó una formación para alimentar su ego.

    Por el momento, el hecho de que Iglesias se aferre al liderazgo del partido con uñas y dientes hace inviable una sucesión abierta. Y más cuando el vicepresidente ganó con un arrollador 10% de los votos la Asamblea Ciudadana del partido que le blindó en el poder lo que queda de legislatura.

    Hasta el momento, Espinar se mantendrá al margen. Pero no dejará de tocar las decisiones que tome Iglesias y de remarcar sus fracasos electorales. «Endogamia, incapacidad para llegar a acuerdos, sectarismo, agresividad indiscriminada con los medios, expulsión sistemática de la disidencia y el talento, burocratización que impide desarrollar iniciativas locales, autoritarismo… La autocrítica es fácil de hacer», comentó Espinar tras conocerse el resultado de la elecciones de Galicia y del País Vasco.

    Sea contra Díaz o contra otro miembro más desconocido de Podemos, lo cierto es que Espinar tiene intención de ser uno de los candidatos para suceder a Iglesias. Ya lo quiso hacer en 2019 y lo quiere hacer cuando se abra la veda. Pero lo que está claro es que la línea ideológica que mantuvo a Espinar en el burladero se disipa y pierde apoyo por minutos. Esa misma que representa Pablo Iglesias y que pretende continuar su pareja, Irene Montero.