Las 10 dietas que NUNCA debes probar

La base para hacer cualquier tipo de dietas quema-grasa es la reducción en los alimentos de las calorías. Sin embargo, reducirlas en exceso, así como incorporarlas de manera desordenada o hacer rutinas, regímenes o planes dietéticos que no son «compatibles» con tu estilo de vida, puede ir en contra de tu salud a largo plazo. ¿Por qué?

¿Sabes cómo detectar si una dieta realmente es adecuada para ti? No, solo un experto, las reacciones de tu organismo, la constancia y sobre todo, tu voluntad lo saben. Para la nutricionista Amy Hems de Nutrition and Theraphy, debemos evitar cierto tipo de dietas que no pueden mantenerse en el tiempo. «Las dietas que se debe evitar es la que no es sostenible, la que resulta extrema, peligrosa o denominada «milagro», aunque adelgaces.

«Un plan que es demasiado calórico o restrictivo funcionará en tu contra a largo plazo», explica. «Nuestros cuerpos se adaptan para funcionar con menos calorías, haciendo que el aumento de peso sea casi inevitable en cuanto le mentemos unas pocas calorías más adelante». Así que, ¿cuáles son las dietas (y ya no calóricas) que nunca debemos probar? Entre ellas, las primeras cinco son: la dieta Fletcher o masticar cada bocado hasta que se haga líquido, la dieta de masticar y escupir, la dieta del algodón, del arsénico y de la orina.

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Dietas: el régimen del alcohol

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Esta dieta se denominó así por el jugador de fútbol americano Tom Brady, ya que su entrenador personal elaboró una dieta personalizada para él a base de bebidas alcohólicas. Un régimen muy estricto pero que adquirió mucha popularidad al recogerse en el Manual de Nutrición TB- 12. Un manual que contiene 89 recetas y que vale nada menos que 200 euros. La dieta también llamada de Brady es 80% alcalina y 20% ácido, y no se recomienda por ser muy estricta, y las grandes cantidades de alcohol que se ingiere.