El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha alertado este lunes de «una situación demasiado crítica como para no darle importancia» por la crisis del coronavirus en Cataluña, y ha apelado a la responsabilidad de toda la ciudadanía para evitar volver a la oscuridad y a la angustia de días anteriores, ha dicho.
«La situación es muy preocupante», ha detallado Torra en rueda de prensa, donde ha avisado de que Cataluña se enfrenta a los diez días seguramente más importantes del verano, en los que es necesaria responsabilidad, solidaridad y colaboración, especialmente por parte de los jóvenes, para redirigir la situación y evitar medidas que nadie desea.
El presidente ha avisado de que no haría un llamamiento como este «si la situación no fuera crítica y la evolución de los datos muy preocupante» al haberse registrado un incremento continuado de los casos: 5.487 la última semana frente a los 3.485 de la semana anterior, lo que sitúa a Cataluña en un claroscuro, en palabras de Torra.
La semana del 20 de julio, Cataluña ha pasado de 57 pacientes Covid-19 en las UCI catalanas a 75, «lejísimos de los 1.500 que se llegaron a registrar en el peor momento de la pandemia», pero más que los 49 registrados el 1 de julio; asimismo, se han incrementado las PCR de 42.000 semanales a 62.000 test en los últimos siete días.
Ha advertido de que esta situación crítica tiene ya mucho impacto asistencial en la atención primaria, y es ante esta percepción que Torra lanza una alerta para evitar regresar a la situación de marzo: «Estamos en la antesala de marzo de este año. Todos sabemos qué pasó».
Ha precisado que la media de edad de los contagiados ha descendido desde los 60 hasta los 37,5 años –aunque ha ido subiendo en los últimos días–, mientras que las neumonías –un indicador de la gravedad de los casos– se mantiene en cifras bajas, y se ha dirigido especialmente a los jóvenes: «Hoy un botellón no es una fiesta, es un acto de insolidaridad».
Por ello, ha pedido a la Conselleria de Interior y a los alcaldes catalanes, especialmente a los metropolitanos, actuar con severidad y celeridad frente a las vulneraciones de la normativa acordada en el marco del Procicat, después de que la prohibición del ocio nocturno haya trasladado parte de la fiesta a las calles, plazas y playas.
Ha avisado de que tomará las decisiones necesarias sin que le tiemble el pulso y sin que ninguna presión ni lobby le dobleguen en la protección de la ciudadanía, y ha apelado a la colaboración de todos los ciudadanos: «No quiero tener 7.000 muertos sobre la mesa otra vez. Haremos lo que esté en nuestras manos para que no pase».
Ha dicho que la mayoría de los afectados son gente joven, que después visitan a los padres, y los padres van a ver a los abuelos: «Esta transmisión se tiene que parar», y ha citado un vídeo muy ilustrativo del Gobierno canario sobre lo qué puede suceder en una reunión familiar.
Asimismo, en unas palabras en inglés, Torra ha reivindicado que Cataluña es un destino turístico responsable que sigue las recomendaciones internacionales en la lucha contra el coronavirus, y ha añadido que salvo las zonas con brotes –como el Segrià (Lleida), Figueres (Girona) y Barcelona–, el resto de Cataluña «no tienen afectación y son seguras».
«Fuera de estas tres áreas, la Costa Brava, la Costa Daurada, el interior y los Pirineos catalanes no registran afectación», ha reivindicado Torra, que ha destacado el esfuerzo del sector turístico para proporcionar soluciones seguras a los visitantes, después de que países como Francia recomienden a sus ciudadanos no viajar a Cataluña.