Torra exige a Sánchez «parar las hostilidades» si quiere volver al diálogo

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha exigido este martes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «parar las hostilidades» si quiere retomar el diálogo para desencallar la situación política en Cataluña.

En una declaración institucional desde la Generalitat, ha insistido en que para volver a la mesa de diálogo «hará falta que antes demuestre que tiene la firme voluntad de parar las hostilidades contra el movimiento independentista», después de que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 5 de Cataluña haya aceptado este martes suspender el tercer grado a los presos del 1-O a raíz del recurso de Fiscalía.

«Quizás creen que con esta decisión han derrotado a alguien. Al contrario. Nos hacen más fuertes, refuerzan nuestras razones y nos invitan a prepararnos mejor para definitivamente dejar de ser prisioneros de un Estado autoritario que no acepta la voluntad democrática de los catalanes», ha advertido.

Torra ha recordado las declaraciones de Pedro Sánchez cuando dijo que el Ejecutivo controlaba a la Fiscalía: «Hay que suponer, pues, que la retirada del tercer grado ha pasado el control del Gobierno de PSOE, Podemos y comuns. En todo caso, se acumulan las evidencias que ponen en entredicho la pretendida voluntad de diálogo del Gobierno español».

En este sentido, ha considerado que actualmente Cataluña tiene «menos competencias y tiene menos recursos que antes de empezar ninguna mesa de diálogo, y esto es responsabilidad única del Gobierno español y de los partidos que lo conforman».

«ACTO DE VENGANZA»

Torra ha definido la suspensión del tercer grado como «un nuevo ataque contra la justicia, la democracia y la libertad; un caso más de represión contra la voluntad democrática del pueblo de Cataluña».

«El poder judicial y la Monarquía tambalean en España como un castillo de naipes. Están carcomidos por dentro y buscan distraer a todo el mundo. El independentismo es el objetivo», ha dicho.

También ha sostenido que la suspensión del tercer grado «es más que una nueva invasión competencial y una intromisión escandalosa por parte de órganos que han acreditado su politización y carencia de independencia. Es sobre todo un acto de venganza».

REEDUCACIÓN

Asimismo, ha criticado que se proponga a los dirigentes independentistas encarcelados hacer un «programa de reeducación para que se conviertan en buenos y obedientes súbditos de la monarquía española», ya que cree que esto es lo que hacen estados totalitarios como Turquía y China.

Según él, el Estado «decidió que siempre haría pasar la unidad de España por delante de la democracia y los derechos humanos», y cree que la suspensión del tercer grado es una nueva demostración.

«El nacionalismo español por encima de la razón republicana», ha lamentado, y ha criticado en nombre del Govern esta decisión, que ha tildado de nuevo ataque contra unas personas por ser representantes políticos y sociales independentistas.