La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha informado de que 45 centros residenciales de la Comunidad autónoma tienen casos de la COVID-19, sumando un total de 112 internos contagiados. Ha aclarado que los hay donde solo está afectado algún trabajador.
En rueda de prensa, donde ha comparecido junto con la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, la responsable de Sanidad ha remarcado que el 80 por ciento de los infectados se concentran en cuatro residencias, una de ellas, la de Burbáguena, en la provincia de Teruel, que tiene 45 internos contagiados y cuatro trabajadores.
La consejera ha apuntado que cuando aparece un positivo en una residencia, se considera que hay un brote y se adoptan las medidas de Salud Pública necesarias para evitar la pandemia, como realizar pruebas PCR a residentes y trabajadores. «No hay restricción» al respecto, ha apostillado.
A su entender, estos datos son «esperables» y «fácilmente explicables» y se deben a que «estamos en una situación de transmisión comunitaria», de forma que cualquiera que «se moviliza y se desplaza desde su domicilio al centro de trabajo es capaz de transmitir el virus». Ha puntualizado son personas asintomáticas y se mueven igual que el resto.
Repollés ha resaltado la importancia de tener en cuenta, «en estos momentos de transmisión comunitaria», que «no es comprensible de ninguna de las maneras que nadie que tenga síntomas vaya a trabajar», no solo en las residencias, sino «en cualquier ámbito» de la actividad.
Asimismo, ha subrayado la necesidad de que cuando una persona está esperando el resultado de una prueba PCR mantenga el aislamiento domiciliado. La consejera ha expresado que el «compromiso» de su Departamento de que los resultados puedan obtenerse en 24 horas, aunque en algún caso puedan retrasarse más.
Repollés ha dicho que no tiene constancia de que haya demora en realizar la prueba, cuando una persona comunica posibles síntomas o ha tenido un contacto con un posible caso, aunque ha reconocido que este fin de semana sí ha habido un «leve retraso», por un problema «técnico» ajeno al Departamento en el procedimiento de las pruebas y ha comunicado que se ha contratado a un laboratorio privado para que «pueda analizar las muestras y no quede ninguna en cola».
RAPIDEZ
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha mencionado la «urgencia y rapidez» con la que reacciona el Ejecutivo cuando se tiene conocimiento de un nuevo caso en residencias.
Ha agregado que se dispone de tres centros COVID intermedios, uno por provincia, preparado para acoger a personas que viven en residencias contagiadas, pero que no requieren ingreso hospitalario.
En concreto, en centro COVID de Casetas, barrio rural del municipio de Zaragoza, acoge en estos momentos a 17 personas y esta tarde ingresarán seis más. El centro de Gea de Albarracín, en la provincia de Teruel, podría acoger a algún residente de Burbáguena, y el de Yéqueda, en Huesca, no tiene por ahora previsión de ser necesario, pero se mantiene operativo.
La consejera Broto ha trasladado a la ciudadanía que desde el Gobierno de Aragón se está trabajando «con mucho rigor y empeño» y ha esgrimido que igual que se apela a la responsabilidad de la sociedad y de los jóvenes, se ha de hacer lo mismo con los centros residenciales.
«No podemos permitirnos ni un segundo sin llevar el material de protección» y los trabajadores, ante cualquier síntoma, no debe acudir a su puesto, ni el centro permitirlo, mientras que visitantes y familiares han de ser, igualmente, cuidadosos en cumplir con todas las medidas de protección y prevención.
Broto ha anunciado que se va a hacer extensivo a todos las residencias de mayores de Aragón la suspensión de los paseos diarios fuera del recinto –sí se pueden realizar en el interior–, medida que ahora se aplicaba solo a las zonas en Fase 2. «Lo hacemos con dolor», pero son decisiones que se han de ir adoptado según evoluciona la pandemia, ha dicho.