La defensa del expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, ha recurrido este miércoles la suspensión del tercer grado, que acordó el martes el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 5 de Cataluña a petición de la Fiscalía de Barcelona.
En el recurso de reforma, consultado por Europa Press, el abogado Jordi Pina pide a la jueza suspender la decisión que tumbó la progresión a tercer grado o dejar sin efecto la Providencia del martes con una resolución motivada, ya que critica «la ausencia del más mínimo argumento que fundamente la decisión adoptada».
La titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 5 de Cataluña aceptó el martes el recurso de la Fiscalía y tumbó el tercer grado de Sànchez, además de al líder de ERC, Oriol Junqueras; al presidente de Òmnium, Jordi Cuixart; y a los exconsellers Raül Romeva y Joaquim Forn.
La defensa argumenta que el efecto suspensivo se aplica en los recursos de apelación –contra un auto de un juez– y no en recursos de alzada –contra decisiones administrativas–, como hizo el fiscal al oponerse a la progresión a tercer grado.
Así, asegura que suspender el tercer grado con el recurso que presentó la Fiscalía «supone realizar una interpretación excesiva» de la ley y en perjuicio del preso.
«Por mucho que le pese al Ministerio Público, ni las circulares, ni las instrucciones, ni las conclusiones, ni muchos menos los acuerdos de Fiscalía son vinculantes ni integran nuestro Derecho positivo», critica sobre el argumento del fiscal que alude a las conclusiones de las jornadas de fiscales especialistas en vigilancia penitenciaria para pedir que el recurso tenga efectos suspensivos.
También reprocha que la Fiscalía «sin embargo, olvide convenientemente mencionar la conclusión 24 de las mismas jornadas, en la que específicamente se establece la inexistencia de eficacia suspensiva del recurso del fiscal contra el acuerdo de clasificación o progresión al tercer grado».
SIN RIESGO DE FUGA
El abogado ve «contrario a la lógica más elemental» sostener que el recurso implique suspender inmediatamente la semilibertad, y pide que Sànchez mantenga el tercer grado mientras la jueza resuelva el fondo de la petición del fiscal, evaluando si se dan las condiciones para que use este régimen penitenciario.
Justifica sí debe conservar la semilibertad porque no hay riesgo de fuga, resaltando que Sànchez ya ha disfrutado de varios permisos ordinarios –la jueza avaló dos el mismo día que tumbó el tercer grado–, y ha salido de prisión regularmente para trabajar cumpliendo «los requisitos, deberes y obligaciones» de estos permisos y sin incidencias.