El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha puesto en marcha visitas online y en tiempo real, donde los participantes –un máximo de 25– pueden acceder desde sus casas a la colección acompañados por una de las guías del museo.
A través de este servicio, que utiliza la tecnología de Microsoft, se pueden contemplar, por ejemplo, imágenes provenientes de los estudios de restauración y ver las radiografías de los cuadros, conocer los procesos, los estratos de la pintura representada, ver partes del cuadro repintadas (porque el pintor decidió quitar o añadir personajes).
Asimismo, se pueden ver las traseras de los cuadros, que tienen muchas veces información tan relevante como la propia obra, o imágenes en altísima definición para disfrutar del máximo detalle de la obra representada.
«Estamos muy contentos con la aceptación que está teniendo este producto, 100% de base digital. Lo hemos lanzado inicialmente a nuestros clientes corporativos y nuestra idea es acercarlo al público en general, para que cualquier persona, desde cualquier parte del mundo, acceda a nuestra colección sin moverse del salón de su casa; y cuando sea posible, pueda disfrutar, de manera presencial de la parte física de la visita», ha explicado la directora de Marketing y Desarrollo de Negocio Estratégico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Carolina Fàbregas.
Fàbregas ha detallado que Teams es la tecnología que permite habilitar la experiencia de conectar a personas para esta visita. «Somos además el primer museo del mundo en comercializar este producto y estamos recibiendo peticiones de varios clientes internacionales interesándose», ha subrayado.
Además de la persona que guía el recorrido, historiadora de arte y guía del museo, existe la figura del «facilitador», quien se encarga de dar acceso a todos los asistentes, estar pendiente de cualquier interacción de los participantes y de cualquier dificultad técnica que puedan tener.
Los asistentes pueden interactuar en cualquier momento de los 60 minutos que dura la visita. Pueden hacerlo de viva voz, pidiendo su turno mediante la opción «Levantar la mano» de Microsoft Teams, o a través de su chat.
«En cualquier caso, al final de la visita siempre hay un tiempo dedicado para las preguntas en directo. Se trata de tener una sesión lúdica e interactiva atractiva para el cliente. Una manera de disfrutar de la colección diferente, segura y sin necesidad de realizar ningún desplazamiento», ha explicado Microsoft.