El Ministerio del Interior trabaja en un nuevo Plan estratégico contra la trata de personas, que se enmarca en la Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional en 2019. «Está ya muy avanzado y esperamos que pronto salga», ha afirmado el ministro, Fernando Grande-Marlaska, que también espera que la Ley contra la trata en la que trabaja el Gobierno tenga «alcance».
Así lo ha asegurado durante su visita este jueves, con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, al centro de formación que gestiona en Madrid la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), con cuya junta directiva ha analizado la situación de las mujeres víctimas de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual.
«Hoy es 30 de julio y desde 2013 y por una declaración de la Asamblea de las Naciones Unidas se declaró este día para recordar y luchar contra la trata seres humanos, para concienciar de la necesidad de luchar contra la misma, de proteger, de prevenir la trata, de proteger a las víctimas y de luchar contra los victimarios, que son quienes se aprovechan y esclavizan a las personas», ha señalado.
Si bien, ha recalcado que la trata de personas también «tiene género», pues normalmente «la mujer es una víctima prioritaria de esta conducta criminal, y con fines de explotación sexual», aunque ha instado a no olvidar a los menores.
Durante su reunión con APRAMP, Marlaska ha abogado por seguir reforzando las relaciones de colaboración existentes entre este tipo de organizaciones sociales y las Fuerzas de Seguridad del Estado.
«La protección de las víctimas de trata con fines de explotación sexual no se agota con el encomiable trabajo de Policía Nacional y Guardia Civil; cuando son liberadas de las garras de estas organizaciones criminales, debemos facilitarles los recursos necesarios para que puedan recuperar su vida, y asociaciones como APRAMP nos ayudan a identificar a las mujeres atrapadas por estas redes y les facilitan recursos seguros para que recobren su dignidad», ha explicado.
En ello coincide la presidenta y fundadora de la asociación, Rocío Nieto: «Si no hay una coordinación institucional de todos los ministerios en la lucha contra la trata, es difícil acabar con este grave delito que vulnera todos los derechos fundamentales de mujeres y de niñas que viven esclavizadas en España».
Y es que, a su juicio, es «fundamental» trabajar coordinadamente para prevenir y proteger a las víctimas de esta lacra, pero sobre todo porque también hay que «perseguir». «Si no lo hacemos de esa manera, sus victimarios ganan», advierte.
Grande-Marlaska ha destacado que la visita al taller laboral de APRAMP le ha permitido «escuchar la realidad que viven las víctimas de trata en la voz de las propias supervivientes», un elemento valioso a la hora de impulsar futuras normas, protocolos o planes de prevención y persecución de la trata de seres humanos «porque son testimonios que nos dan un punto de vista real y actual de su situación, de sus necesidades y de las circunstancias que les han llevado a esta dramática situación».
Por su parte, Nieto ha comentado que durante la reunión también se ha puesto el foco en las menores de edad, pues tal y como destaca, el 65% de las mujeres atendidas por APRAMP afirma que entraron a España siendo menores de edad. «El foco es saber identificarlas, detectarlas y colaborar para que estas mujeres estén en recursos especializados donde realmente se las pueda proteger, porque si no se las protege, esas mujeres seguirán siendo esclavizadas en nuestras calles, en polígonos industriales y pisos particulares», reivindica Nieto, que ha pedido la colaboración de la sociedad para acabar con este problema.
OPERACIONES EN 2019 Y EN ESTADO DE ALARMA
En 2019, las Fuerzas de Seguridad del Estado liberaron a 418 mujeres víctimas de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual. La labor policial permitió impulsar 533 investigaciones que se saldaron con la detención de 1.030 presuntos miembros de estas organizaciones criminales.
La explotación sexual no es el único objetivo perseguido por la redes de trata de personas. El pasado año, 428 personas fueron rescatadas de las tramas que las habían traído a España con fines de explotación laboral.
A estas cifras hay que añadir el resto de la actividad policial contra los grupos organizados que fuerzan el traslado a España de personas para cometer delitos o ejercer la mendicidad para enriquecimiento de los tratantes de personas, así como de niñas que son obligadas a contraer un matrimonio forzado aceptado por ciertas culturas o religiones.
En cuanto al periodo de Estado de Alarma decretado el 14 de marzo de este año, Interior informa de que supuso «un notable cambio en todas las dinámicas criminales, incluida la trata de seres humanos». El confinamiento afectó en mayor medida a las víctimas más vulnerables, como las mujeres atrapadas en los espacios donde estaban siendo explotadas sexualmente, que cerraron sus puertas pero no cesaron su actividad.
Por ese motivo, Policía Nacional y Guardia Civil reforzaron durante este periodo las inspecciones preventivas en lugares con riesgo de producirse la explotación en cualquiera de sus ámbitos, lo que ha permitido a las unidades de ambos cuerpos realizar al menos 133 operaciones contra grupos organizados que se saldaron con la detención de 196 traficantes de seres humanos y la liberación de 215 víctimas.
Durante los meses en que estuvo vigente el Estado de Alarma, APRAMP atendió a cerca de 2.700 mujeres, teniendo en cuenta que descendió un 73% su actividad y que anualmente ‘rescata’ a unas 1.500 mujeres. Actualmente, la asociación tiene a 6 mujeres protegidas, con proceso penal abierto, lo que Nieto considera un «gran éxito».