Caso Alvia: El juez pide un informe de Talgo que no estaba en la causa

El juez instructor del caso Alvia, Andrés Lago, ha acordado requerir al perito judicial encargado del examen del material rodante que emita un nuevo informe en relación a distintos elementos del tren y a su posible relación con el siniestro de Angrois, así como que incluya en su análisis un informe de Talgo sobre las pruebas de rodadura y guiado del convoy, que no figuraba en la causa hasta este mes de julio.

La petición de nuevas diligencias, a instancias de la defensa del maquinista y de la plataforma de víctimas del siniestro, se produce después de las declaraciones prestadas el pasado 10 de julio por empleados y exempleados de Talgo.

Un de estos testigos, extrabajador de la compañía, remitió en su momento una declaración jurada al juzgado diciendo que había sido testigo del borrado de determinados datos de averías y defectos que él mismo había apreciado previamente en la inspección del tren.

Como consecuencia, fueron citados a declarar tres trabajadores de Talgo. Durante la vista, el extrabajador se ratificó en su denuncia y los tres empleados negaron el borrado aunque, entre otros elementos, admitieron la existencia de un informe de Talgo relacionado con una prueba de rodadura y guiado realizada al tren accidentado unos días antes del siniestro, un documento que no había sido incorporado previamente a a causa.

A la vista de estos datos, y tras la petición de las partes, el juez ha pedido al perito que realizó el análisis del material rodante que lo amplíe en lo relativo a los «defectos» narrados por el extrabajador y, más concretamente, que estime si estos pudieron tener algún tipo de «incidencia» en el siniestro ocurrido el Santiago de Compostela el 24 de julio de 2013, que causó la muerte a 80 personas. A mayores, pide que se incorpore a este informe el documento de Talgo.

«INCIDENCIA CAUSAL»

En el auto, el juez estima que las diligencias practicadas el pasado 10 de julio no aportan «nada nuevo en el horizonte» de este caso. Sin embargo, y como consecuencia de estas declaraciones, estima que se amplíe parcialmente el análisis del tren siniestrado.

Lo hace en relación a los «defectos» narrados por el extrabajador de la compañía, concretamente «enganches con roces fruto de la fricción, rótulas rotas y valonas con rozaduras fruto del uso» y a su influencia en el accidente, ya que «ninguna relevancia tendría su borrado informático en lo que se refiere al objeto de la presente instrucción» si no tuvieron incidencia en el funcionamiento.

«Lo que realmente interesa es saber si los defectos a los que alude el testigo, aún partiendo de la hipótesis de que existieran, tuvieron incidencia causal en el accidente», explica el juez, que requiere al perito que ya analizó en su momento en tren que emita un informe «aclarando tales cuestiones».

Del mismo modo, apunta el magistrado que el extrabajador contó en su declaración que el tren accidentado «fue objeto de un examen de rodadura y guiado cuyos resultados no figuran incorporados en autos». Sobre esta cuestión, incide en que otro testigo «no solo ratificó que se hizo esa prueba al tren, sino que incluso aportó él mismo una copia de los resultados de dicha prueba, que fueron incorporados a los autos» casi siete años después de la tragedia, lo que, en opinión del juez, «demuestra que no existe por parte de Talgo voluntad alguna de ocultación al respecto».

Por ello, Lago Louro pide al perito que su informe se extienda también al análisis de esta documentación, a objeto de «despejar cualquier tipo de duda sobre la existencia o no de defectos en el material rodante que hayan podido tener incidencia causal en el accidente».

DILIGENCIAS RECHAZADAS

En otro orden de cosas, el juez rechaza realizar una «nueva y completa investigación del material rodante en todos sus aspectos«, ya que «muchos de los defectos» a los que alude el testigo «ya fueron incluso apuntados por el perito y descartada por su incidencia causal».

En cuanto a la supuesta manipulación de registros del tren por parte de operarios de Talgo el día del accidente, el magistrado cree que «no es cierto» que «se haya producido».

«Como es lógico, una vez que supieron del accidente, se pusieron en marcha para tratar de saber las causas y, entre otras medidas, pueden acceder a los registros de los sistemas del tren que ha diseñado la propia empresa, pero en lo que se refiere al registro jurídico del tren, la comunmente llamada ‘caja negra’, el testigo ha manifestado expresamente que el acceso y manipulación es imposible sin autorización judicial», recoge el auto.

A mayores, rechaza llamar a declarar a más testigos relacionados con esta cuestión hasta conocer «si tales defectos tuvieron relevancia causal en el siniestro».