Modificar 12 factores de riesgo a lo largo de la vida podría retrasar o prevenir el 40 por ciento de los casos de demencia, según un informe actualizado de la Comisión Lancet sobre la prevención, intervención y cuidado de la demencia, presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC 2020).
Veintiocho expertos en demencia líderes en el mundo añadieron tres nuevos factores de riesgo en el nuevo informe: el consumo excesivo de alcohol y las lesiones en la cabeza en la mediana edad y la contaminación del aire en la edad adulta. Estos factores se suman a los nueve factores identificados previamente por la comisión en 2017: menos educación en los primeros años de vida; pérdida de audición en la mediana edad, hipertensión y obesidad; y tabaquismo, depresión, aislamiento social, inactividad física y diabetes en etapas posteriores de la vida (a partir de los 65 años).
«Estamos aprendiendo que las tácticas para evitar la demencia comienzan temprano y continúan a lo largo de la vida, por lo que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para tomar medidas», explica Lon Schneider, miembro de la comisión y presentador de la AAIC, codirector del núcleo clínico del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de la USC y profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento y neurología en la Escuela de Medicina Keck de la USC.
La demencia afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo, una cifra que se espera que se triplique con creces para 2050, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, donde viven aproximadamente dos tercios de las personas con demencia, según el informe. Las mujeres también tienen más probabilidades de desarrollar demencia que los hombres.
Sin embargo, en ciertos países, como Estados Unidos, Inglaterra y Francia, la proporción de personas mayores con demencia ha disminuido, probablemente en parte debido a los cambios en el estilo de vida, lo que demuestra la posibilidad de reducir la demencia a través de medidas preventivas, dice Schneider.
El informe también aboga por una atención holística, individualizada y basada en la evidencia para los pacientes con demencia, que normalmente tienen más hospitalizaciones por condiciones que son potencialmente manejables en casa y que tienen un mayor riesgo de padecer COVID-19. Además, se recomienda que se ofrezcan intervenciones a los familiares que cuidan de los pacientes y que corren el riesgo de sufrir depresión y ansiedad.
Los miembros de la comisión realizaron una investigación exhaustiva de todas las mejores pruebas en este campo, incluidas revisiones sistemáticas de la literatura, meta-análisis y estudios individuales, para llegar a sus conclusiones.