El presidente Pedro Sánchez ha afirmado este martes, en relación con la decisión del Rey emérito de fijar su residencia fuera de España, que su Gobierno, del que forma parte Podemos, «considera plenamente vigente el pacto constitucional», que incluye la Monarquía en la Jefatura del Estado.
Así lo ha manifestado Sánchez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros después de que le preguntaran por el anuncio de la Casa Real y tras las críticas a esta decisión vertidas por algunos de los ministros de Podemos, como el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la responsable de Igualdad, Irene Montero.
«España necesita de estabilidad y de instituciones robustas, y éstas tienen que abonarse con ejemplaridad, transparencia y regeneración. La línea marcada por la Casa Real considero que es la adecuada», ha dicho el presidente, para añadir después: «Lo he dicho públicamente. El Gobierno que yo presido considera plenamente vigente el pacto constitucional.
Sánchez ha apuntado que entiende que los medios de comunicación comenten lo que dice «este y aquel», pero ha repetido varias veces que está «francamente satisfecho» del trabajo del Gobierno de coalición y que este Ejecutivo «defiende el pacto constitucional, que es la Monarquía parlamentaria.
A la pregunta de por qué no informó a su socio de coalición de la decisión del Rey emérito de abandonar el país, Sánchez no ha dado detalles alegando que las conversaciones que mantiene con el jefe del Estado, Felipe VI, se basan en la «confidencialidad» y la «discreción».
«Los despachos con el jefe del Estado son reservados, hay una confidencialidad que yo preservo», ha insistido ante las numerosas preguntas que le han dirigido los periodistas acerca del motivo por el que su socio de Gobierno no conocía la decisión de Don Juan Carlos de fijar su residencia fuera de España.
Sobre la posibilidad de que esta polémica pueda haber deteriorado al Gobierno de coalición, Sánchez ha negado la mayor y ha asegurado que el balance que ha realizado el Consejo de Ministros en su reunión de este martes es que ha hecho un trabajo «más que razonable» dada la situación creada en España por la pandemia de coronavirus.
Aunque ha remarcado que «quedan meses muy duros» y no quiere «esconder la gravedad de la situación», el presidente considera que lo que el Ejecutivo tiene que hacer es «dar certezas y estabilidad» ante una situación «inédita» y «no dejar a nadie atrás».
El jefe del Ejecutivo ha manifestado su «respeto absoluto a las decisiones que ha tomado la Casa Real«, ya que supone «distanciarse de supuestas conductas cuestionables y reprobables por parte de un miembro de la Casa Real», comportamientos que, según ha remarcado, podrían ser objeto de investigación judicial y de algún «reproche penal.
«NO SE JUZGAN INSTITUCIONES, SINO A PERSONAS»
En su opinión, la respuesta adoptada por Zarzuela es «la que corresponde a una democracia vigorosa», pues no se ha «mirado hacia otro lado», sino que los jueces y fiscales están actuando» mientras la Casa Real ha «marcado distancias».
En todo caso, Sánchez ha diferenciado claramente entre el Rey Juan Carlos I y su sucesor, el actual jefe del Estado, y ha defendido que «no se juzgan instituciones, sino a personas», como ha ocurrido en otras ocasiones en las que se han dilucidado casos de corrupción que implicaban a partidos políticos o a agentes sociales.
Además, ha recordado que el Rey emérito comunicó a través de su abogado que está a disposición de la justicia, en caso de que ésta le requiriese, «como cualquier otro español».
A la pregunta de qué tendría que pasar para que la ciudadanía pudiera pronunciarse sobre Monarquía o República, Sánchez se ha limitado a decir que el Gobierno de coalición defiende «instituciones robustas», lo que «exige de transparencia y ejemplaridad», conductas que ha atribuido a la Casa Real al dar el paso de «tomar distancia» sobre las supuestas conductas de Don Juan Carlos.