miércoles, 11 diciembre 2024

Todos los partidos salvo Vox confían en consensuar el pacto valenciano de reconstrucción

El pacto para la reconstrucción de la Comunitat ha dividido a los grupos del gobierno del Botànic II (PSPV, Compromís y Unides Podem) y a los de la oposición (PP, Cs y Vox) a dos días de la votación en Les Corts, con cruces de críticas por anteponer el partidismo a la salida de la crisis y por propuestas como la colaboración público-privada, las reversiones sanitarias, los impuestos o las ayudas a afectados por ERTE. Eso sí, todos los partidos salvo Vox han confiado en llegar a un acuerdo y se han emplazado a priorizar lo que de verdad importa a los valencianos.

En la primera sesión del pleno, el último antes de vacaciones, el Botànic ha presentado su dictamen de conclusiones tras semanas de trabajo en una comisión específica por la que han desfilado 40 expertos. Gracias a su mayoría, los tres grupos han aceptado 99 enmiendas (32 del PP, 59 de Cs, siete de PP-Cs y una de PSPV, Compromís y PP) y han consensuado 64 consensuadas, ninguna de las presentadas por Vox.

El borrador del documento -con 382 propuestas-, abierto hasta el jueves mientras siguen las negociaciones, incluye medidas como destinar más fondos a sanidad pública, revertir privatizaciones, aumentar las plantillas en base a criterios epidemiológicos y demográficos, un plan de provisión de material, un canal de distribución de test, reforzar los ambulatorios con más enfermeras o garantizar el acceso de mascarillas a la población vulnerable. También apuesta por aumentar la colaboración entre las consellerias de Sanidad y Políticas Inclusivas para que las residencias estén más conectadas.

Precisamente, el dictamen habla de fortalecer la dignidad de los mayores tras el colapso de las residencias, con una revisión del modelo de atención «desde el liderazgo público», nuevos profesionales y una red única y coordinada. Otras propuestas sociales son la ampliación de la renta valenciana de inclusión y su coordinación con el nuevo ingreso mínimo vital, evitar que los cuidados vuelvan a sobrecargar a las mujeres o evaluar las formas de violencia machista surgidas durante el confinamiento.

A nivel económico hay ideas como un plan de justicia fiscal para que paguen más las grandes fortunas en el impuesto de transmisiones patrimoniales y el IRPF, nuevos tributos ‘verdes’ y beneficios para emprendedores, de la mano de un estudio contra el fraude y de un mínimo para evitar el ‘dumping’, además de un IVA cultural, más inversión en I+D+i y apoyo al comercio de proximidad y a la agricultura. En turismo, protocolos «desde la prudencia», incentivos para recuperar la demanda, reformular las campañas y garantizar la protección de colectivos como las ‘kellys’.

En empleo y vivienda hay medidas como una guía de adaptación al teletrabajo, avanzar hacia la reducción de jornada, extender las ayudas por ERTE, fomentar la inserción de los jóvenes y su acceso a un hogar digno, aumentar el parque público y evitar desahucios. Y en educación, asegurar la presencialidad, un plan de digitalización, bajar ratios y tasas universitarias y más inversión en FP, junto a un estudio para remodelar los protocolos de los becados en el extranjero.

Más allá, el borrador apuesta por potenciar la mediación para descongestionar los juzgados, intensificar el transporte público para lograr el objetivo «emisiones cero» y publicar una base de datos anónima sobre la incidencia de la pandemia.

Hay un apartado dedicado a la financiación y a la relación con el Gobierno, con propuestas como mantener la conferencia de presidentes autonómicos o flexibilizar el gasto de los ayuntamientos, además de otras reiteradas por el Consell como el reconocimiento de la deuda histórica o la compensación de la infrafinanciación con mecanismos transitorios.

LA OPOSICIÓN PIDE OLVIDAR LAS CONVICCIONES

Entre la oposición, el PP asegura que sigue creyendo que es posible llegar a un acuerdo pero urge a PSPV, Compromís y Podem que se olviden de sus convicciones. «Esto no va de reconstruir el Botànic, sino a los valencianos», ha reivindicado el ‘popular’ Rubén Ibáñez, para denunciar que nadie se acuerda de los 1.480 fallecidos y apelar al orgullo de sentirse valenciano porque «esta tierra siempre se levanta sola».

Cs también insiste en que siguen negociando y confía en que habrá pacto, aunque ‘felicita’ al Botànic por «parir un dictamen solo para ellos» mientras en Aragón, Castilla y León o ayuntamientos como el de Madrid si ha sido posible.

Su portavoz, Toni Cantó, ha cargado contra Puig por quedarse «sentado» en la conferencia de presidentes mientras «Pedro Sánchez volvía a aceptar un chantaje del PNV de turno» y ha tachado de estupidez que no acepten propuestas como reforzar la colaboración público-privada. «Carmen Calvo y Joan Ribó estuvieron en hospitales privados, ¿son unos neoliberales peligrosos», se ha preguntado.

Vox también rechaza el dictamen de «destrucción» por «anteponer la ideología del Botànic y llegar a culpabilizar a los ciudadanos», así como por no aceptar sus enmiendas. «Un paripé en toda regla, un discurso trasnochado, pero Vox no va a entrar en ese juego», ha espetado el diputado José María Llanos.

«NO HAY EXCUSAS» PARA EL BOTÀNIC

Del Botànic, el PSPV llama a la unidad y a «olvidar la pureza partidista» y agradece las propuestas de PP y Cs y «especialmente» al ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, por apostar por un acuerdo como este, «muy difícil en un tripartito». «Un pacto no es para complacer, es para convencer; no queremos hacernos fotos ni deslumbrar, queremos que nos entiendan», ha sostenido su síndic, Manolo Mata.

Compromís cree que no hay respuestas inmediatas y que no hay que tener la arrogancia de que en dos meses se acabará la crisis porque «la incerteza ha venido para quedarse». «No hay excusas» para apoyar medidas como prorrogar los ERTE, reducir la jornada o blindar lo público, ha subrayado su portavoz adjunta, Aitana Mas, a la oposición, especialmente a Cantó, como tampoco «habrá reconstrucción sin mirar a los jóvenes».

Podem celebra el consenso para «volver a poner en pie esta tierra tras una crisis sin precedentes», una oportunidad de fortalecer lo público hacia la protección de la vida y la justicia fiscal. «Es la hora de pensar en el interés general y no en el de los partidos», ha recalcado su síndica, Naiara Davó, para apelar a la empatía de la oposición.