Las comunidades más remotas de la región amazónica de Brasil están recibiendo atención médica, suministros de higiene y de educación para prevenir el contagio del coronavirus, a bordo de ‘Solidaridad’, un buque hospital operado por World Vision y la Iglesia Presbiteriana de Manaus.
Este es el segundo viaje de ‘Solidaridad’ desde la declaración de la pandemia. El barco partió de Manaus, la capital del estado de Amazonas, el 2 de agosto y, durante cinco días, atenderá a más de 500 familias de 11 comunidades ribereñas a lo largo del río Solimões. La región es una de las más vulnerables del país; los datos oficiales muestran que hay más de 99.000 casos confirmados y más de 3.000 muertes.
Brasil actualmente es el segundo país del mundo en casos confirmados y muertes relacionadas con el COVID-19. El virus se está propagando rápidamente desde grandes ciudades como Sao Paulo y Río de Janeiro, a áreas remotas y rurales donde la disponibilidad de atención médica y acceso a agua limpia es limitada.
El estado de Amazonas, uno de los estados de la región amazónica donde World Vision está respondiendo a la emergencia y donde opera el barco ‘Solidaridad’, anunció el colapso de su sistema de salud en mayo. Tres meses después, la situación sigue siendo crítica, con la segunda tasa de mortalidad más alta del país: 77 muertes por cada 100.000 habitantes.
«Estamos llegando a las personas más necesitadas y a poblaciones que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad, debido al acceso limitado a los servicios de salud, medicamentos y a la infraestructura de comunicaciones deficiente. La mayoría de los habitantes del Amazonas son poblaciones ribereñas, que son extremadamente vulnerables al COVID-19, y apenas tienen acceso al tratamiento, debido a la distancia y la dificultad en el transporte», explica la directora de World Vision Brasil, Martha Yaneth Rodríguez.
El barco-hospital navega a lo largo de 11 comunidades brindando atención médica y odontológica de emergencia e identificando a las personas que necesitan asistencia médica. Además, se entregan alimentos básicos y kits de higiene, y se difunde, a través de materiales y sesiones educativas, información sobre prácticas saludables para prevenir la propagación del coronavirus.
«Estamos trabajando en el marco de una emergencia humanitaria, siguiendo las normas y códigos de conducta humanitarios: con imparcialidad, escuchando las necesidades de la población y sin ningún interés más que reducir el sufrimiento humano», afirma Luis Corzo, director de Emergencias de World Vision Brasil, que explica que «todos los procedimientos de salud y actividades educativas se desarrollan de acuerdo con los parámetros de la OMS, en espacios abiertos, con grupos pequeños y observando el distanciamiento social».
El barco ‘Solidaridad’ de World Vision entregará 600 kits de higiene, 600 canastas de alimentos básicos y 1.200 kits que contienen material educativo para niños para prevenir el COVID-19, mediante la difusión de medidas de prevención para garantizar su protección contra la violencia, que se está disparando en medio de la pandemia, y garantizar su bienestar mental y emocional.
World Vision ha estado trabajando en la región desde principios de los 90 para llegar a las comunidades más vulnerables. Antes de la pandemia, la ONG utilizó el barco para promover programas educativos con el fin de aumentar la alfabetización, garantizar la protección y el bienestar y el desarrollo cognitivo de los niños de 4 a 11 años, además de ofrecer servicios médicos en la Amazonía.
«Nuestra capacidad de alcanzar y proporcionar ayuda humanitaria que salva vidas y educación preventiva a estas poblaciones extremadamente aisladas depende de la disponibilidad de recursos muy escasos. Instamos al apoyo financiero de individuos, corporaciones, gobiernos y agencias de cooperación para que nuestro trabajo continúe», concluye Rodríguez.