El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha admitido que son «preocupantes» los datos de coronavirus en la región, con medio centenar de nuevos positivos en las últimas horas y un fallecido después de casi dos meses sin víctimas mortales, pero ha apuntado que son cifras «soportables».
Así, la situación es «preocupante», pero «menos» que en abril, ya que a mediados de ese mes había unos 650 hospitalizados y más de 80 pacientes en unidades de cuidados intensivos en la región, y ahora hay una quincena de ingresos, uno en la UCI.
Y aunque es «terrible» que haya muerto una persona, tenía 89 años y patologías previas, ha apuntado Revilla, que ha indicado que la situación actual es «algo que estaba previsto».
«Todos sabíamos que con la movilidad, con la apertura de la libre circulación de ciudadanos en España, los aumentos de casos iban a venir», ha expresado este viernes a preguntas de los periodistas, a los que ha destacado que el índice de contagios en Cantabria es «muy inferior» a la media del país y a pesar de que «probablemente» en la región haya en la actualidad «un millón de personas por encima» de lo habitual por la presencia de visitantes y turistas.
SITUACIÓN EN EUSKADI
«Eso tiene un riesgo que tenemos que asumir», ha manifestado el jefe del Ejecutivo, que ha señalado que los contagios y brotes son un «goteo generalizado» y se localizan en «algunos casos» en lugares que no tienen «excesiva» afluencia de gente del País Vasco, cuya consejera de Salud, Nekane Murga, ha hablado de segunda oleada de Covid-19 en la vecina Comunidad.
Ante esto, Revilla ha asegurado que habla «constantemente» con el lehendakari Iñigo Urkullu, que le traslada que «tienen muy controlado el tema». No obstante, entiende que la consejera «haya querido poner un poco de dramatismo en el asunto» para hacer un llamamiento a la población a cumplir las medidas establecidas.
Y, de todos modos, lo que al presidente cántabro no le «gustaría en ningún caso es echar la culpa a nadie», porque «todos» los que no han tenido focos del virus «acabarán teniendo». Se ha referido así a otra comunidad vecina, Asturias, un «ejemplo extraordinario» de la menor incidencia de la pandemia y que el jueves registró más casos que Cantabria. «No estamos exentos, ninguno, de tener este brote», ha zanjado.
NO HAY VUELTA ATRÁS
Revilla ha aprovechado para reiterar que «no hay marcha atrás» sobre un posible confinamiento y no se puede volver a parar la actividad, pues sería «un desastre absoluto» a sumar al que supone la evolución de los datos económicos. «Esto no tiene vuelta atrás», ha insistido, para apuntar que hay que «convivir» con el virus hasta que haya una vacuna -«parece que aparecerá a final de año», ha comentado- y que cada persona sea mientras tanto «el principal antiviral».
En este sentido, ha apelado a la responsabilidad individual, para guardar las distancias de seguridad y cumplir el resto de medidas, como el uso de mascarilla o lavado de manos, recordando que hay más medidos que cuando estalló la pandemia.
«El tema no es grave en absoluto. Ahora, si todo el mundo se piensa que esto ha pasado, que se pueden hacer ‘botellones’, que se pueden hacer concentraciones de personas sin guardar las normas que tenemos que cumplir… entonces pues claro que el problema existe y va a existir en mayor medida», ha advertido el presidente cántabro.
RESPONSABILIDAD DE LOS JÓVENES
Ha vuelto así a llamar a la responsabilidad, sobre todo de los jóvenes, pues aunque tienen «poco riesgo» -el virus «les ataca de una manera leve» y el 95% no precisan hospitalización-, sí es «peligroso» en personas mayores, especialmente si tienen patologías previas, cuando hay «mucho riesgo» de acabar en el hospital o incluso la UCI.
«El gran problema está en que esos jóvenes van a casa y tienen padres y abuelos. Ahí el problema es mucho más serio, porque los ingresos que tenemos son todos de personas de más de 80 años», ha advertido Revilla, que cree que «algunos» jóvenes no son «conscientes» de lo que supone incumplir las normas y les pide que sean «solidarios», por ellos y sobre todo por sus familiares.