El delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, considera que «no se dan» las circunstancias «extremas» que justificarían la prohibición de manifestaciones como la que este domingo congregó a cientos de personas en la plaza Colón de Madrid contra el uso de la mascarilla y ha recordado que se trata de un «derecho constitucional».
Tras aclarar que no se ha comunicado la intención de celebrar ninguna manifestación de este tipo en la Comunidad, Izquierdo ha recordado que las manifestaciones únicamente deben comunicarse a la Delegación, sin que requieran de autorización, más allá de las condiciones que la autoridad pueda poner a las mismas por determinadas circunstancias.
En este sentido, ha subrayado que para poder dictar la prohibición de una manifestación deben darse unas circunstancias «extremas» que, en su opinión, no se dan en este caso.
De cualquier modo, ha confirmado que de convocarse una manifestación similar en Castilla y León, se establecerían las condiciones necesarias y, de producirse incumplimientos, se adoptarían las medidas correspondientes.
El delegado ha defendido la labor de seguimiento que realizan tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como la Junta de Castilla y León a la hora de garantizar el cumplimiento de la normativa en materia de distancia, uso de la mascarilla, higiene o prohibición de fumar, así como de la Inspección de Trabajo para velar por las medidas de seguridad en los centros laborales.