Últimamente conceder una entrevista se ha convertido en un problema para los políticos. Y no por sus palabras, casi siempre controladas, sino por su imagen. Si en su día criticaron a Isabel Díaz Ayuso por aparecer como una virgen en la portada del diario ABC, ahora le ha llegado el turno a Irene Montero tras hablar con la revista Diez Minutos. Y Pablo Iglesias, de forma indirecta, se ha visto salpicado.
La ministra de Igualdad ha hablado de todo un poco, pero también de su faceta más personal. “Pablo y yo no solemos salir, nos gusta más estar en casa con amigos ya que al ser Pablo tan conocido, preferimos la intimidad de casa”, relató. El problema ha llegado con las imágenes que, como casi siempre, ilustran la información de la revista. En ellas Irene Montero ha aparecido con un vestido que para muchos es propio de la casta.
Pero el gran inconveniente no ha sido este, sino su reloj. Las redes sociales ardieron en la tarde del lunes porque para muchos se trata de un Rolex. Otros, en cambio, apuntan hacia un Swath, como han reconocido desde Unidas Podemos, donde se han atrevido a enseñar el modelo. Irene Montero posó elegante, con un vestido largo, pero este detalle ha sido el que más ha enfurecido a muchos usuarios de Twitter, que con infinidad de mensajes así lo han manifestado.
EL AUTOZASCA DE PABLO IGLESIAS
La cosa no ha quedado ahí. Algún que otro usuario con mucha memoria y perspicacia ha rescatado la captura de un mensaje que el líder de Unidas Podemos pronunció hace casi cuatro años, el 30 de noviembre de 2016.
Ahí, en sus redes sociales, el ahora vicepresidente de Asuntos Sociales alardeó de pertenecer al pueblo y no a la casta de los entonces ministros del PP. “Fíjate bien en la marca de los relojes de los ministro y sonríe”, le escribió a un usuario, acompañando el mensaje de un emoticono.
No ha sido él, pero si su mujer, la que ha podido contradecir sus palabras, aunque muchos apuntan hacia un diseño infinitamente más barato que el Rolex, que le habría costado poco más de 100 euros a Irene Montero. No obstante, a más de uno le dan igual las explicaciones. Desde que se compró su mansión en Galapagar miles de personas le han criticado no por ello, sino más bien por las contrariedades en sus discursos. Pablo Iglesias dijo en su día que estaba muy a gusto en su piso en Vallecas, pero ahora goza de una piscina propia y de un lujo que poco puede compararse al de los votantes que trata de convencer.
De nuevo ha metido la pata en esta ocasión, después de que su esposa y madre de sus hijos luzca una marca de lujo como él le reprochó a los que por entonces gobernaban (el PP de Mariano Rajoy. De momento, ni Pablo Iglesias ni Irene Montero han mencionado algo al respecto de esta entrevista.
Cada vez están más castigados por multitud de personas. Recientemente tuvieron que poner fin a sus vacaciones en Asturias tras denunciar todo tipo de insultos con la presencia de sus hijos. Y ahora esto. El verano ha sido de lo más agitado para ambos, y eso que a nivel político de momento parecen haber quedado relegados a un segundo plano.