De carne o de sangre, ¿cómo es tu ‘amiguito’?

Quizá no sepas la diferencia. Quizá te lo lleves preguntando un tiempo. Lo cierto es que, si hablamos de hombres y sexo, una de las cosas que más se comentan es sobre el tamaño del órgano sexual masculino. Este suele ser un tema recurrente en el común de las conversaciones. Sin embargo, pocas veces cuestionamos sobre si el pene es de sangre o de carne, cuando ahí es donde reside la mayor de las diferencias en lo que a tamaño se refiere.

Es algo que despierta un gran interés tanto en hombres como en mujeres. De hecho, se tiene una idea equivocada sobre el mismo. Solemos creer que, a mayor tamaño, mayor satisfacción sexual. Aunque este es un mito que, poco a poco, se está consiguiendo dejar a un lado. Sea como fuere, debemos hablar de las diferencias entre ambos tipos.

Si te lo has preguntado alguna vez o lo desconoces, esto te interesa. De sangre o de carne, ¿cómo es tu «amiguito»?

El funcionamiento del pene

funcionamiento pene

Existen muchas diferencias físicas entre los órganos sexales masculinos. Pocos son idénticos al 100% y eso es justo lo que hace que despierten tanto interés. Debido a estas diferencias, la sexóloga e investigadora Valérie Tasso, de Francia, no ha dudado en hablar sobre los dos tipos de penes que podemos considerar que existen: los penes de sangre y los de carne. Pero, ¿qué los hace que sean tan diferentes entre sí?

El órgano sexual masculino es cavernoso y funciona a través de un mecanismo que responde cuando encuentra estímulos sexuales. Este se encarga de llenar de sangre estas cavernas, por lo que la hinchazón bloquea las venas que se encargan de drenarla.

Esta es la forma en la que el pene se consigue mantener erguido, endurecido y rígido. Es decir, entrar en estado de erección. Por ello, sí es más común reconocer las dos fases en las que puede estar dicho órgano: en estado normal o en estado de erección.

El pene de sangre

pene sangre

En el caso del pene de sangre es aquel que, cuando se encuentra en estado normal, es decir, sin que haya recibido ningún tipo de estímulo sexual, cuenta con un tamaño pequeño y flácido. Este tipo de órgano sexual cuenta con unas paredes cavernosas más estrechas. Esto hace que tenga unos depósitos de sangre más grandes o mucho más numerosos que el de carne.

Todo esto hace que, cuando este tipo de pene se encuentra en estado erecto, pueda ser capaz de aumentar su tamaño a más del doble que lo habitual. Por ello, cuando está excitado, cuenta con un tamaño más que necesario que le permite desarrollar, sin ningún tipo de problema, la actividad sexual.

Los hombres que tienen este tipo de pene se suelen sentir acomplejados por la falta de información que aún existe en nuestra sociedad sobre este tema. Solemos pensar que el pene siempre debe ser grande, incluso cuando se encuentra en tamaño de reposos. Sin embargo, no siempre es así y, de hecho, no suele ser lo más común.

Así es el pene de carne

pene carne

Si hablamos del pene de carne lo hacemos del segundo tipo que la sexóloga diferencia. Cuando este tipo de órgano sexual se encuentra en estado normal, presenta un tamaño muy similar a cuando se encuentra en estado erecto. Por eso, se tiende a pensar que este tipo de hombres «la tienen más grande», aunque no tiene que ser para nada así.

Su tamaño se debe a que contiene menos cavernas o las que tiene son más pequeñas que en el caso anterior. Por eso, cuando está en estado erecto, su tamaño no es capaz de aumentar mucho más. A veces, la diferencia entre ambos estados es simplemente imperceptible.

Cuando se cambian junto a sus compañeros, aquellos hombres que cuentan con este tipo de pene son más propensos a no sentir timidez de ir desnudos. De hecho, a este tipo de órganos se les conoce en inglés como «shower», debido a su pasión por ser mostrados. En el caso de los anteriores, el nombre que les han dado es de «growers», por su increíble capacidad de crecimiento.

Qué debemos saber al respecto

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Necesitamos saber algunas cosas para tener toda la información sobre ambos tipos. Por ejemplo, aunque ambos mantienen muchas diferencias entre los estados normales, en el momento de la erección, suelen tener el mismo tamaño. Es decir, el más pequeño a simple vista es capaz incluso de ganar al otro.

Otra de las cosas importantes que debemos tener en cuenta es que, en ningún caso, debemos confundir un pene de sangre que se encuentra en estado normal con la microfalosomia. Esta se trata de una afección que es ocasionada debido a los niveles hormonales irregulares durante el tercer trimestre de embarazo. Su característica principal es que se da un pene anormalmente pequeño aunque se encuentre en estado erecto.

Teniendo todas estas cosas en cuenta, ya estamos preparados para saber a qué tipo corresponde nuestro pene. Conocer todas los detalles puede contribuir a terminar con la timidez de muchos hombres, que esconden su «pequeño» tamaño en vestuarios, duchas, etc.

De sangre o de carne, ¿cómo somos en España?

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Si después de tener en tu mano toda la información te ha entrado la curiosidad, vamos a desvelar cómo somos en España. Según algunos estudios realizados a través de Internet, en concreto en una web dedicada a recopilar datos sobre los grosores y longitudes de penes de todo el mundo, podemos saber la media de penes de sangre y penes de carne que encontramos en nuestro país.

Por ejemplo, la media de España de un pene en flacidez es de 9,37 cm. En erección, esta cifra cambia hasta los 13,58 cm. Es decir, el ratio entre ambas proporciones es de 1.45. Estos datos se traducen en que estamos ante un término medio entre los penes de sangre y los de carne.

Para hacernos una idea, los hatianos cuentan con un ratio de 1.22 y los ecuatorianos de 1.71. Sin embargo, como es lógico, todo esto son tan solo estadísticas recopiladas. Cada hombre es diferente y también varía su órgano sexual. Eso sí, no debemos fiarnos solo de las apariencias.