Diferencia entre dominio y DNS

Para que internet funcione de la manera en la que lo venimos utilizando hasta ahora, las DNS (Domain Name System), o sistema de nombres de dominio, son fundamentales.

Vamos a ver qué son exactamente y qué hay que hacer para poder modificar DNS que vienen configuradas por defecto en los rúters que nos facilitan las empresas de telefonía con las que contratamos nuestros servicios de internet.

Servidores DNS y dominios

Las DNS sirven para simplificar y mejorar la navegación por la red. Cada dispositivo que se conecta a internet y cada página web posee una dirección IP determinada, que no es más que un largo código numérico que, para la mayoría de los mortales es muy difícil de recordar. Quizás podríamos recordar una dirección IP concreta, del mismo modo que somos capaces de recordar nuestro número de teléfono o nuestro número del DNI, pero si cada vez que quisiésemos acceder al contenido de una página tuviésemos que introducir la dirección IP de esa página, la navegación por internet se haría no ya muy lenta e incómoda, sino imposible.

Es aquí donde intervienen los dominios, ya que cada página web cuenta con un dominio, lo que normalmente conocemos como el nombre de la página web, que nos facilita la tarea de búsqueda. Por ejemplo, para acceder a la página de Google basta con introducir su dominio www.google.es. Esto te evita tener que conocer la dirección IP de la página de Google, lo que a todas luces es un atajo y una comodidad enorme para la navegación, sea cual sea la página destino a la que queramos acceder.

Cómo modificar DNS

El uso de una DNS alternativa a aquella con la que ha sido configurado nuestro rúter permite que nos aprovechemos de las siguientes ventajas:

  • Mayor velocidad de respuesta, aunque esto también dependerá de nuestra ubicación.
  • Permite saltar y evitar el bloqueo de acceso a determinadas páginas web que ciertos países ejercen sobre ellas mediante el bloqueo DNS.
  • Al optar por utilizar una DNS fiable, aumentaremos la estabilidad y la seguridad de la red, ya que estaremos evitando hacer uso de servidores saturados y podremos eludir los ataques de denegación de servicios.

Viendo las ventajas que ofrece una DNS diferente puede que quieras cambiar la DNS de tus equipos. El proceso variará dependiendo del sistema operativo que utilice tu dispositivo: Windows, Linux, Android, iOS, etcétera. Sin embargo, el proceso será muy similar en todos los equipos.

Deberás buscar las opciones de ajustes de red o su equivalente y ahí encontrarás una pestaña que te permitirá modificar la DNS que quieras utilizar. Para ello solo debes introducir el código correspondiente y aceptar el cambio.

Al hacerlo, será importante que tengas claro si utilizas el protocolo TCP/IPv4 o el TCP/ IPv6, ya que dependiendo de cuál utilices deberás introducir unos parámetros u otros.

La opción más cómoda de todas es cambiar la DNS de tu enrutador. De esta forma simplificarás el proceso, puesto que no tendrás que modificar el DNS de todos los dispositivos que se vayan a conectar al rúter, sino que, al cambiar la DNS del propio enrutador, permitirás que todos los dispositivos que se conecten posteriormente a ese rúter utilicen la nueva DNS asignada.

Si quieres profundizar más sobre este tema puedes, por ejemplo, consultar esta fuente de Wikipedia en la que encontrarás más información.