Con Rivera no, con Arrimadas tampoco: presiones a Sánchez

Parecería que los presupuestos de Montoro van a ser eternos pero el tiempo se acaba y toca en breve negociar los nuevos Presupuestos Generales del Estado. Ya empezaron los movimientos, con Pedro Sánchez dispuesto a hablar y llegar a un acuerdo con Ciudadanos ante el alejamiento de ERC. Y es que la formación republicana está ya pensando en las elecciones catalanas, así que su sí se antoja imposible.

Por de pronto Inés Arrimadas ya ha anunciado que este miércoles acudirá a la entrevista con Sánchez en Moncloa. Lo hará con «espíritu constructivo» para sentarse a hablar «con responsabilidad» sobre unos presupuestos «buenos y sensatos», por lo que será «muy exigente». La líder naranja continúa así con su giro político tras la etapa más dura de Rivera.

Toca por tanto mirar al centro-derecha, y más con la disposición y disponibilidad de la líder de la formación naranja. Tras su baja por maternidad, ha vuelto al ruedo político con intensidad y dispuesta a alcanzar un acuerdo para los presupuestos. Y es que Arrimadas pide «dejar a un lado las luchas partidistas» y hacer gala de la defensa de su partido como llave de gobernabilidad y utilidad a los intereses generales del país. Y los presupuestos son imprescindibles no sólo para la estabilidad sino para cumplir con las exigencias de la Unión Europea a raíz de las ayudas para paliar la crisis económica provocada por el Covid-19.

Podemos se muestra contrario a un pacto con Arrimadas

Por su parte el socio de gobierno del PSOE, Unidas Podemos, se opone tajantemente a cualquier acuerdo con el centro-derecha, incluido Ciudadanos. A pesar de que el reloj va imponiendo su ley y que un acuerdo in extremis es inevitable, Podemos mantiene el relato y no parece que vaya a variarlo. Incluso hay voces entre el Partido Socialista que tampoco ven con buenos ojos mirar hacia Ciudadanos y virar. Pero la necesidad de unos presupuestos mandarán si no suman con sus apoyos habituales, cosa que parece harto complicada.

Podemos también lo sabe y, aunque de cara al exterior no varía su idea, si va matizando el discurso. Si la semana pasada la formación morada advertía que no apoyaría los Presupuestos Generales del Estado si Pedro Sánchez pactaba con Cs, ahora ya suavizan muchos su posición. El partido liderado por Pablo Iglesias no vetaría a la formación de Inés Arrimadas, siempre y cuando antes se imponga sus condiciones.

La formación de Iglesias aceptaría un acuerdo con Ciudadanos si antes se pacta un borrador de PGE en el Gobierno, un texto que Unidas Podemos quiere por escrito. Y es que Podemos se muestra cada vez más receloso desde que, tras el apoyo de la formación naranja a la tercera prórroga del estado de alarma, el partido de Arrimadas y PSOE se han ido acercando.

Arrimadas prespuestos

El PSOE es realista y Arrimadas optimista

El Gobierno no va a cerrar ninguna puerta e intentará negociar con todos, pero fuentes socialistas reconocen que «la opción de Ciudadanos para los Presupuestos es más viable hoy que la de ERC». «Hasta que no se celebren las catalanas, ERC está muy tensionada», analizan estas mismas fuentes, que insisten en que el contexto hace “difícil pactar con ellos antes de las elecciones”. 

Por su parte, Inés Arrimadas se muestra confiada en que el interés general y la propia imperiosa necesidad de unos nuevos presupuestos conlleve un acuerdo seguro. Además, cree que «la gran mayoría de los españoles prefiere que esos presupuestos sean condicionados por Ciudadanos«, porque es el partido que va a garantizarles «soluciones a sus problemas». Pero sabe que con Podemos se hará difícil cualquier tipo de acercamiento. «No voy a entrar en los problemas internos que tenga el Gobierno. Pero yo estoy convencida de que a Podemos le gusta más negociar con Bildu y ERC que con Ciudadanos«, ha señalado.

Las redes, como siempre, divididas

Hoy mismo Arrimadas ha sido tendencia en Twitter con el debate de si PSOE debe o no pactar con Ciudadanos para los presupuestos o de si hace bien Podemos en vetar cualquier acuerdo con el centro-derecha.

Y las presiones a Pedro Sánchez en un sentido y en otro siguen arreciando: