La divertida anécdota de Neil Armstrong y el sexo oral

¿Qué pueden tener en común Neil Armstrong y el sexo oral? Hablamos de una de las anécdotas más divertidas que hemos podido conocer en los últimos tiempos. Aunque no es demasiado famosa, alguno la calificaron como leyenda negra y, otros, directamente como invento. Sin embargo, ahí está y hoy la vamos a descubrir.

Se trata de una pieza corta, escrita por Jarnavic en uno de sus blog del «Espectador». Nadie debería perderse una información así y, por eso, hemos decidido traerla de vuelta y hacer que nunca se olvide. En el caso de que no la conozcas, seguro que te vas a divertir. Y, si eres de esos que ya la había escuchado en otras ocasiones, siempre es bueno traerla de vuelta y echarnos unas risas.

Si quieres pasar un buen rato, esto te interesa. Descubre la divertida anécdota de Neil Armstrong y el sexo oral.

Neil Armstrong, el hombre que hizo historia

neil armstrong luna

Seguro que conoces a Neil Armstrong o, al menos, deberías. Por si acaso aún no te has ubicado sobre quién esta celebridad, te lo recordamos. Fue el primer hombre en pisar la Luna allá por el siglo XX. De hecho, una de sus frases más famosas aún sigue siendo pronunciada hoy en día por más de la mitad de la población.

Hablamos de aquella que reza: «Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad». Con estas palabras, Armstrong, el hombre que hizo historia, puso fin a la disputa espacial a bordo del también conocido Apolo 11. ¿Quién llegaría primero a la Luna? Al final, fue Estados Unidos gracias al que todos consideramos en ese momento como un «superhombre». La Unión Soviética volvía a quedar en un segundo plano en este campo.

La Guerra Fría estaba en pleno auge y las potencias mundiales luchaban por ver quién sería la primera en conquistar el exterior de la Tierra. Con este gran hito, los Estados Unidos conseguían vencer la batalla gracias a este curioso hombre que, además de la tan conocida frase, parece que pronunció otra, mucho menos sonada. Nos referimos a: «Buena suerte, Mr. Gorsky».

Quién era Mr. Gorsky, el hombre mencionado en el espacio

mr gorsky

A las personas que estaban esperando y monitorizando a Neil Armstrong desde la Tierra, se les ocurrió que Mr. Gorsky sería algún miembro soviético al que Armstrong se refirió de forma poco amable. Todo el mundo, después de eso, empezó a buscar al ya conocido hombre. Sin embargo, nadie fue capaz de dar con él.

Y es que encontrarlo no tenía pinta de ser nada sencillo. De hecho, cuando el astronauta regresó de la Luna tampoco quiso aclarar a quién se refería. Así y con esas, todo el mundo se preguntaba lo mismo: ¿Quién era el buscado Mr. Gorsky y por qué Neil Armstrong le desearía suerte? El hombre se negaba, una y otra vez, a desvelar su enigmática identidad.

A partir de ahí todo fue un caos. Muchos aseguran que la historia, que luego se supo, es una especia de leyenda urbana. No obstante, existen algunos testimonios que datan del año 95 en los que se revela cómo fue el propio astronauta quien terminó desvelando quién era aquel hombre mencionado en el espacio.

Neil Armstrong y el sexo oral: la anécdota de su vecino

hombre luna

Uno de los mejores titulares que dio el astronauta a los periódicos fue cuando por fin se decidió a desvelar la identidad de aquel hombre. Según él mismo contó, cuando era pequeño, se encontraba jugando de forma plácida al béisbol en el porche de su casa.

En ese momento, la pelota parece que se desvió y terminó irrumpiendo en el jardín de sus vecinos. Temiendo no volver a encontrarla, el chico decidió ir corriendo y buscar su pelota. Cuando se agachó para recogerla, escuchó una frase que no podría olvidar en la vida, como ya se demostró pasado el tiempo.

Su vecina le estaba gritando al marido: «¿Sexo oral? ¿Quieres sexo oral? Tendrás sexo oral cuando el chico del vecino se paseé por la Luna». El apellido de los vecinos era Gorsky. Y de ahí la famosa frase pronunciada por el astronauta cuando, por fin, vio cumplido su sueño de pisar el astro.

¿Leyenda o anécdota?

apolo 11 neil armstrong

La razón que llevó a Neil Armstrong a desvelar la identidad del misterioso hombre, después de haber estado tanto tiempo negándose a hacerlo, fue porque, el mismo año que salió en los titulares, Gorsky había fallecido. Por lo visto, según esta curiosa historia, su vecino pudo tener, por fin, sexo oral con su esposa. O, al menos, eso prometió ella hacía ya mucho tiempo (aunque nunca podremos saber si, en caso de ser cierto, lo cumplió).

No podemos saber a ciencia cierta si se trata de una anécdota real o una leyenda. En realidad, existe una transcripción realizada por la NASA de las conversaciones que se dieron aquel día en el que Armstrong pisó la Luna entre el astro y la Tierra. También hay documentos en los que podemos escuchar algunas de las conversaciones que se produjeron durante el viaje espacial. Aunque no es fácil pronunciarse sobre si esa historia ocurrió de verdad o tan solo es una leyenda nacida a raíz del hito de que el hombre por fin había pisado la Luna, podemos intentarlo.

Lo cierto es que se trata de una historia que cuenta con muchos detalles, que la hacen más reales, aunque también vemos muchos clichés americanos que se repiten en su cine y literatura. Además, si consultamos diversas fuentes, el nombre del vecino va cambiando y no encontramos solo a Mr. Gorsky en la ecuación. En las transcripciones oficiales de la misión del Apolo 11, no encontramos referencia alguna ni a este hecho, ni a este nombre. ¿Sería realidad que Neil Armstrong escuchó esa mítica frase en la casa de su vecino? ¿Querrían los estadounidenses echar más leña al fuego y conseguir aún más fama? Lo cierto es que la respuesta solo la pueden conocer los protagonistas (o no) de la historia,