España pega un parche temporal a la ‘vuelta al cole’

Se le acabó el tiempo a Isabel Celaá. Los padres, cansados te compaginar teletrabajo con el cuidado de sus hijos (al menos aquellos que lograron mantener sus empleos), se han mantenido expectantes por la circular que les informase de que los niños volverán al colegio en septiembre. La vuelta al cole es indispensable. Los adultos regresan a las oficinas y han de poder dejar a los pequeños en algún sitio.

Pedro Sánchez aseguraba este martes que la vuelta al cole es «segura». Pero justo cuando el agua ha rozado ya los pies de padres y tutores, varias comunidades aplazan en el último momento la entrada a las aulas. Celaá expuso con énfasis que la vuelta al cole debía de ser, necesariamente, presencial. Sin embargo, la localidad valenciana de Benigànim, cuyo rebrote ha necesitado ya recurrir a un confinamiento, niega con ello toda posibilidad de una vuelta al cole presencial. Es un quiero y no puedo.

En Canarias, los colegios británicos que ya se preparaban para abrir este martes 1 de septiembre se han dado con un canto en los dientes, y los padres, obligados a resolver el dilema de qué hacer con los niños. En el último momento, el Gobierno regional anunció que ningún colegio abrirá de momento. En paralelo, Madrid ha aplazado en 9 días la entrada de grupos de primaria y E.S.O.

Llegados a estas alturas, salta a la vista que la vuelta a las aulas no va a ser, precisamente, ordenada o estructurada. En los colegios, que poco pueden hacer a nivel particular o individual, esta ansiedad ha acabado plasmándose en dimisiones de directivos y llamadas a la huelga a lo largo del verano.

ANDALUCÍA

En Andalucía estas dimisiones ya se han producido. El equipo directivo del Colegio sevillano de Educación Infantil y Primaria Clara Campoamor, presentó su dimisión en masa el pasado 24 de julio. “Me da la sensación de que la única propuesta (de la Consejería de Educación) es volver a las clases embadurnados en gel hidroalcohólico y con mascarillas”, lamentó Manuel Ramírez, ahora exdirector del centro. «Cuando los padres y madres me preguntan por las medidas de seguridad, se me cae la cara de vergüenza, así que creo que la postura más honesta que me queda es decir que no puedo garantizar la seguridad en el centro”, contó Ramírez a eldiario.es.

En Huelva, la docente del municipio Paterna del Campo Rocío Romero contó a la prensa: “Desde los centros educativos se está programando el curso 2020-21 con las mismas condiciones con la que se programaba el curso 2017-18. Misma plantilla, mismo ratio de alumnos por clase… Por eso entendemos que los equipos directivos se manifiesten ante la gran responsabilidad que se les va a atribuir sin contar con medios suficientes para afrontarlo«, explica.

«FALTA DE LIDERAZGO» DE CELAÁ

Asociaciones y sindicatos se han quejado de una política que deja recaer demasiada responsabilidad en los centros, en lugar de establecer un proyecto ordenado y común para todos.

Las Consejerías le pasan la patata caliente a los colegios e institutos, sin ofrecer las garantías necesarias para cumplir protocolos de higiene y sanidad.

El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, tiró de las orejas el pasado 13 de agosto a la ministra de Educación, Isabel Celaá, por su descentralizado plan. El Ejecutivo andaluz no está de acuerdo «con que haya 17 vuelas al cole distintas”. Por ello, aquejaron que el Gobierno “debería convocar a los consejeros y consensuar una vuelta común para toda España”.

Paralelamente, el presidente del Sector Nacional de Educación de CSIF, Mario Gutiérrez, revela a RTVE su decepción ante la «falta de liderazgo del Ministerio» de Celaá. Critica su «falso mensaje de que la responsabilidad la tienen las comunidades autónomas» e insiste en la imposibilidad física de aplicar las recomendaciones con el actual ratio de alumnos por clase.

LA ADMINISTRACIÓN «SE LAVA LAS MANOS»

Tal expresión usó Rocío Romero que la Confederación Intersindical Gallega (CIG). La Administración «se lava las manos». Eva Sánchez, otra docente de la provincia de Huelva, explica: «Los pequeños no pueden llevar mascarillas, tendrán que compartir material porque no hay juegos ni juguetes para todos. Habrá niños que se metan cosas en la boca y un profesor para 25 niños es inviable«.

Una vuelta al cole que obliga a los niños a llevar mascarilla tantas horas, asegurar la distancia interpersonal de 1,5 metros en las aulas o evitar las aglomeraciones en las entradas. Los docentes saben que con los medios actuales esto es, esencialmente, imposible. Los centros también se quejan de no contar con el personal de limpieza suficiente para ejecutar las desinfecciones.

VUELTA AL COLE «IMPOSIBLE»

Otra dimisión sonada fue la del director del IES Beniaján en Murcia, Cristóbal Berrocal, el pasado julio. Tras estudiar los planes anticovid enviados a los centros, Berrocal lo vio claro: «Resulta a mi juicio imposible garantizar las condiciones de seguridad para la salud establecidas en las instrucciones remitidas a los centros educativos», dijo en su nota de despedida.

Hay que matizar que, debido a las dificultades burocráticas que suponen estas dimisiones, las inspecciones podrían rechazar las solicitudes, lo cual no cambia el sentir de los docentes.

La contratación de personal sanitario en los centros educativos es otra de las medidas que los sindicatos consideran esencial. Andalucía, por ejemplo, ya ha anunciado la contratación de 2.500 enfermeros, pero esto no es algo generalizado en todas las comunidades.

HUELGAS

Después de las dimisiones, las convocatorias de huelga son el otro gran quejido de los docentes. El Unió Obrera Balear (UOB) ya ha anunciado una para el 14 de septiembre, a no ser que la Consellería «rectifique». No sería raro que mas comunidades se sumen a esta vía. En Madrid, debido al retraso de la vuelta al cole, las huelgas programadas para el día 4 de septiembre han sido también pospuestas para el 22 y 23 del mismo mes.

En este contexto, la Comunidad Valenciana ha sido una gran excepción, única comunidad autónoma que cuenta desde hace semanas con un plan organizado y consensuado con centros y sindicatos.