La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha asegurado este jueves que ni Castilla-La Mancha ni Castilla y León han pedido en ningún momento el confinamiento perimetral de Madrid y ha aclarado que la mayor preocupación y exigencia de la comunidad castellano y leonesa está en el transporte colectivo, como el AVE, para el que ha pedido al Gobierno de la nación «máximo cuidado» y que se refuercen todas las medidas de «control e higiene».
«Cada vez están más llenos los AVE, todas las plazas están cubiertas y vendidas y tenemos la sensación de que, probablemente, no se cumplan todas las medidas de seguridad y nos parece que es importante de cara al momento al que vamos», ha manifestado en concreto en referencia a las enfermedades de transmisión propias del otoño-invierno.
De este modo se ha pronunciado Casado a preguntas de los periodistas respecto a la reunión convocada por el Ministerio de Sanidad con las comunidades de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha en la que, según ha explicado, cada uno de los territorios puso sobre la mesa las medidas que está tomando para frenar los rebrotes de coronavirus y se puso a disposición de las comunidades vecinas.
Casado ha explicado asimismo que Castilla y León ha apoyado a Madrid cuando ha advertido de que le «preocupa» que el aeropuerto de Barajas incida en la propagación del virus para añadir que en el caso de la comunidad castellanoleonesa su preocupación está en los traslados y en la movilidad colectiva.
Preguntada sobre si se siente cómoda con las medidas que ha adoptado la Comunidad de Madrid y si sería partidaria de medidas más restrictivas, como las que ha decretado la Junta de Castilla y León en Salamanca y en Valladolid, Casado ha aclarado que la incomoda la situación epidemiológica de «toda España» y no sólo la de Madrid y ha explicado al respecto que han llegado 135.000 tarjetas sanitarias tanto de la comunidad madrileña como de País Vasco o Cataluña.
«Evidentemente Madrid nos preocupa porque está muy cerca de nosotros y por eso nos preocupa la movilidad», ha manifestado Casado que ha apuntado a la posibilidad de que esa comunidad adopte «medidas concretas» entre hoy y mañana.
Por su parte, el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, ha evitado pronunciarse sobre la referencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a la «bomba vírica» que puede representar la situación de Madrid y ha abogado por centrarse en «trabajar con lealtad» desde cada autonomía para ser responsables y proponer medidas cuando sea necesario pero «sin alimentar polémicas públicas».
«Cualquier responsable público en este momento su objetivo principal está en intentar disminuir el daño en su comunidad, en la comunidad de alrededor y en el conjunto del país», ha considerado el portavoz que ha recordado que el único responsable de lo que está ocurriendo en España es «un virus» por lo que ha animado a tomar medidas sin alimentar polémicas.
Igea ha sido tajante al asegurar que la Junta de Castilla y León no hace distinciones entre territorios de cara a las medidas «razonables» que hay que aplicar para frenar la proliferación del virus.
«Proponemos las mismas medidas a todo el mundo porque creemos que son eficaces», ha aseverado el vicepresidente que ha reconocido que hay medidas más fáciles de llevar a cabo en función del tamaño del territorio donde se apliquen.