Pedro Sánchez copia la ‘tapadera’ de Casado con Vox para los PGE

  • Como hizo en el pasado el PP con Ciudadanos y Vox, el Gobierno busca el apoyo de ERC y la formación naranja con concesiones paralelas
  • Es el tema de la semana. Pedro Sánchez necesita aprobar cuanto antes los Presupuestos Generales del Estado, todavía más ante la crisis económica y sanitaria ocasionada por el covid-19. Tras el claro no del Partido Popular y tras excluir a Vox de las negociaciones, el Gobierno busca consenso el consenso con el resto de formaciones políticos. Y según palabras de María Jesús Montero, no tienen intención de elegir uno u otro bando, sino que la estrategia es “trabajar con todos”.

    El plan de Pedro Sánchez es muy similar al que llevó a cabo en su día el PP con Vox en Comunidades y Ayuntamientos. Negociar de forma paralela con unos y otros y buscar su apoyo para sacar adelante sus objetivos. Tras las elecciones municipales y autonómicas el PP afrontó la difícil tarea de negociar con Ciudadanos a espaldas de Vox, sin sentarse (no siempre) en la misma mesa. Una forma de excluir de su Gobierno al partido de Abascal, cuando realmente habían cedido a algunas de sus peticiones.

    Ahora Pedro Sánchez lidiará con esta compleja tarea. No quiere que los Presupuestos vuelvan a forzar su adiós y menos en un momento tan complejo para España. Por eso desde el Gobierno no se cierran las puertas y tras fracasar con el gran partido de la oposición, quieren recabar los máximos apoyos posibles. Y Ciudadanos es uno de ellos, sobre todo después de vislumbrar que Inés Arrimadas está dispuesta a ceder, en su objetivo por no revolver más la situación y como estrategia electoral para volver a ubicar a los naranjas en el centro político.

    «Estoy convencida de que se puede a llegar a acuerdos transversales, entre formaciones que en enero nadie pensaría que se podría entender pero que han comprendido que el mensaje de los ciudadanos después de una pandemia tan dura, que aparquemos las diferencias políticas y seamos generosos», ha señalado la ministra María Jesús Montero, haciendo evidentes sus intenciones.

    ERC se niega a alinearse con Ciudadanos

    Es más, ha dejado claro que no van a elegir, pero que sí van a pedir que no haya vetos cruzados. O lo que es lo mismo, que igual que Ciudadanos se rebaja a negociar con el sector de Unidas Podemos que está en el Gobierno, esperan que ERC haga lo mismo. Y esa es, por el momento la incógnita que tiene Pedro Sánchez y la cual no disipará hasta que pasen los días. ERC ha mostrado predisposición, pero de momento no contempla alinearse con ningún partido de la derecha.

    Lo ha expresado abiertamente el portavoz, Gabriel Rufián, que ha destacado que Ciudadanos es “incompatible” no solo con ERC, sino con la izquierda, palabras para meter aún más presión al sector socialista del Gobierno. Rufián, en su claro objetivo de desestabilizar, ha afirmado que sentar bases con la formación de Arrimadas supondría la muerte, a corto plazo, del actual gobierno de coalición que tanto costó formar tras las elecciones generales del 10 de noviembre.

    Iglesias se lo pone difícil a Pedro Sánchez: prefiere a ERC

    Otro de los problemas de Pedro Sánchez es Pablo Iglesias, que según El Mundo no quiere que se aparte a ERC y se posiciona con ellos antes que con Ciudadanos. El PSOE le ha hecho caso y ha cedido a convocar una mesa de diálogo en Cataluña, para obtener el beneplácito del partido secesionista. Todo un triunfo de Rufián, que desde un primer momento había buscado sacar tajada en ese aspecto como condición para mostrar su apoyo a los próximos Presupuestos Generales del Estado.

    Iglesias quiere que, como mínimo, ERC se abstenga. En los últimos días ha defendido que el acuerdo para los PGE se tiene que lograr, principalmente, con los partidos que avalaron la investidura de Pedro Sánchez. Todo lo que venga después, mejor. De momento el sector socialista se niega a excluir a nadie (salvo a Vox) para recabar el mayor número de apoyos posibles. Pero lo hace de forma paralela. Contenta a ERC con la mesa de diálogo y tratará de seducir a Ciudadanos con unos presupuestos “moderados” que acepte Unidas Podemos. Algo que en el pasado hizo el PP a pequeña escala para tomar el control de Ayuntamientos y Comunidades.