Los informes favorables a Iglesias no aseguran que se le vuelva a tener como investigado

Los últimos informes conocidos en el marco de la pieza 10 de la macrocausa ‘Tándem’, y que han sido utilizados por la defensa del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, para pedir ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional recuperar su personación como perjudicado, podrían no ser suficientes para lograr ese objetivo, que en todo caso depende ahora de que la Sala lo estime.

Fuentes jurídicas apuntan a que el magistrado que instruye esta pieza, en la que se investiga el robo del teléfono móvil de la exasesora de Podemos Dina Bousselham y el posterior uso de datos de la tarjeta SD del mismo, entiende que el informe policial y la testifical de la empresa de Gales no tendrían la entidad necesaria como para que el líder ‘morado’ recupere su personación como perjudicado en el caso.

Cabe recordar que esta misma semana en su recurso la defensa de Iglesias explicaba que la testifical del responsable de la empresa ‘Recuperación Express’, Arron James Evans, dejaba patente que cuando recibieron la tarjeta en 2017 para recuperar sus datos, ésta «no presentaba daños».

EL INFORME POLICIAL

A este documento, la defensa de Iglesias sumaba el informe policial del 12 de agosto en el que se apunta que esa tarjeta presenta daños en la parte posterior izquierda producidos por el lijado de la cubierta protectora, y que sería compatible con un intento de recuperación del contenido de la memoria, una vez que se ha detectado un fallo en la controladora de la tarjeta que impide su normal funcionamiento.

Pero más allá de esos dos documentos, el juez argumentó en junio esa expulsión de Iglesias de la causa señalando que a medida que evolucionaba la instrucción y con la aportación de datos nuevos, el escenario había cambiado. En este sentido, apuntaba que el líder de Podemos tuvo en su poder la tarjeta del teléfono de Dina Bousselham desde el 20 de enero de 2016 –cuando se la entregaron en el Grupo Zeta– y que ocultó este extremo a Bousselham durante meses.

García-Castellón entendía que, al no devolverle a su propietaria la tarjeta de memoria del teléfono sustraído durante un periodo de tiempo indeterminado, esto tuvo consecuencias «en el esclarecimiento de los hechos investigados». Además, resaltaba que la información sustraída no se ha encontrado en dispositivos en poder del comisario jubilado y en prisión preventiva, José Manuel Villarejo, anteriores al 14 de abril de 2016.

En todo caso, el asunto está ahora en manos de la Sala de lo Penal, que podría ordenar al instructor devolver la condición de perjudicado al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.