jueves, 12 diciembre 2024

Alumnos de municipios valencianos despoblados vuelven al cole

El curso escolar 2020-2021, un ejercicio histórico y atípico al desarrollarse en el contexto de la pandemia de Covid-19, ha arrancado también en los municipios más despoblados de la Comunitat Valenciana, donde los alumnos han de trasladarse a otras localidades para cursar sus estudios.

Este es el caso de Palanques, municipio de Castellón con alrededor de una treintena de habitantes, de acuerdo a los datos de 2019. Los niños residentes en la población han retomado las clases después de meses sin ir a la escuela debido a la pandemia global.

A causa de la baja densidad de población, ya hace años que Palanques no cuenta con aulario y el alumno más pequeño de la localidad tiene que ir a la escuela de Forcall, que pertenece al Centro Rural Agrupado (CRA) Els Ports, explica el Ayuntamiento en un comunicado.

En cuanto a los más mayores, tres jóvenes acuden al IES Els Ports, el instituto de Morella, y un cuarto estudiante de Palanques se desplaza hasta Vinaròs para poder cursar la modalidad de Bachillerato que ha elegido.

Este lunes el transporte escolar ha vuelto a recoger a los jóvenes de Palanques para acercarlos hasta los centros educativos correspondientes, que han abierto, eso sí, de una manera muy peculiar, a causa de la situación actual.

Las escuelas siguen un protocolo de prevención y seguridad por la Covid-19, estableciendo grupos burbuja, para evitar la propagación del virus en caso de darse un caso positivo.

La escuela de Forcall, como tantos otros centros, ha designado un espacio como aula de aislamiento, que serviría para distanciar a un niño que presente síntomas del resto de la clase. Un profesor acompañaría al niño hasta que la familia pueda venir a buscarlo. Todas las medidas adoptadas han sido explicadas previamente en una reunión con las familias.

Desde el consistorio manifiestan que, «pese a las diferencias con las que se inicia este nuevo curso escolar, se espera poder evitar y controlar los posibles brotes y que las clases no se tengan que suspender para todo el centro educativo».

Igualmente, los niños de Ares del Maestrat empiezan este lunes un nuevo curso escolar teniendo que desplazarse hasta el colegio Alcalde Fabregat y el IES Pere-Enric Barreda Edo, de Benassal.

En total, son once los jóvenes de esta pequeña localidad castellonense en edad de estudiar: tres en educación infantil, tres en Primaria, tres en la ESO y dos en Bachillerato.

A causa de que la escuela y el instituto de Benassal reciben el alumnado de Ares y otros municipios próximos, el transporte escolar accederá al municipio por diferentes calles para evitar aglomeraciones al exterior de los centros.

La dirección de la escuela ha hecho públicas una serie de normas de cara la vuelta a las aulas, para «asegurar un ambiente seguro con todas las medidas de higiene y prevención necesarias», destacan fuentes municipales.

Entre las iniciativas adoptadas destacan la intensidad de las desinfecciones de los centros, así como el alta frecuencia de lavado de manso y la prohibición a las familias de acompañar a los hijos en el interior de los recintos. Además, cada curso entrará en un horario diferente y, partir de primer curso de Primaria, será obligatorio el uso de mascarilla.

UNIDAD DE CONCILIACIÓN FAMILIAR

Por lo que respecta al servicio de Unidad de Conciliación Familiar, ya hace un año que se ofrece a la localidad y hoy ha reabierto las puertas por el nuevo curso que empieza, siguiendo también un protocolo para la seguridad de los más pequeños del municipio.

A pesar de que la evolución de la situación causada por la Covid-19 es incierta, con la adopción de todas estas medidas, «se espera que el curso se desarrolle con normalidad y que los niños y niñas de Ares y del resto de municipios que estudien en Benassal puedan seguir las clases hasta final de curso», confían.

También en la provincia de Castellón se ubica Canet lo Roig, donde el inicio de curso cuenta con una novedad positiva: la incorporación de dos alumnos más, que eleva el número de escolares a 41, después de que una familia haya fijado su residencia en la localidad, informan desde la corporación municipal.

Las clases se imparten en las aulas prefabricadas, mientras avanzan «a buen ritmo» las obras del nuevo colegio. «Se han realizado intensas labores de desinfección y, además, el Ayuntamiento contratará más personal para atender las labores de limpieza y reforzar el protocolo anticovid tanto en el colegio como en otras instalaciones municipales», afirma la alcaldesa, María Ángeles Pallarés.

«Nos hemos reunido con la comunidad educativa y se van a seguir escrupulosamente todas las medidas sanitarias, como, entre otros, crear distintos espacios en los patios para la respetar las distancias de seguridad entre los alumnos; además, con el profesorado, estamos barajando la posibilidad de que la brigada de obras instale carpas a la entrada, en el exterior, para organizar el acceso a las aulas», añade la primera edil.

EXTRAESCOLARES

Otra de las novedades del curso 2020-2021 en esta localidad es que las actividades escolares no se llevarán a cabo en las instalaciones educativas, ya que se ha denegado el permiso para hacerlas en las aulas prefabricadas y será el Ayuntamiento el que asumirá este servicio poniendo a disposición de los alumnos distintas dependencias municipales», explica Pallarés.

Así pues, la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) se encargará de llevar a cabo la Escola Matinera en un edificio municipal y se ha eliminado la sesión de la tarde.

Por otra parte, la alcaldesa ha avanzado que «los 3.900 euros otorgados por la Generalitat Valenciana para realizar actividades escolares, se destinarán a impartir clases de inglés de diferentes niveles, seis horas a la semana, para alumnos de Infantil, Primaria y ESO».

Y el aulario de Castellfort (Castellón), que pertenece al CRA Celumbres, ha abierto las puertas dando la bienvenida al nuevo curso escolar 2020-2021. Son 10 los niños y niñas de Castellfort que acuden a la escuela para continuar sus estudios divididos en un aula de infantil y otra de primaria.

Como novedad, este año la escuela ha incorporado alumnos a partir de los 2 años. Al tratarse de un número menor a 20 alumnos, todo el aulario es un grupo burbuja, por lo que no hace falta seguir horarios escalonados de entrada ni mantener la distancia de seguridad entre ellos, a pesar de que los mayores de 6 años deberán llevar mascarilla.Por lo que respecta los maestros itinerantes, sí que deberán mantener la distancia con el alumnado.

Para hacer frente aspectos derivados de la Covid-19, el CRA ha recibido una dotación económica mayor, así como más profesorado contratado. Además, la limpieza y desinfección del edificio es a cargo del Ayuntamiento, que realizará trabajos de desinfección cada mañana, mediodía y tarde. De esta manera, se espera que el curso pueda transcurrir con «normalidad» y que los niños y niñas de Castellfort sean los menos afectados por la peculiar situación, concluyen desde el consistorio.