Marula Café, la mítica sala junto al Viaducto, en el número 3 de la calle Caños Viejos, echa el cierre tras 18 años en el epicentro de la vida nocturna madrileña.
Ha sido la sala la que se ha despedido de Madrid a través de sus redes sociales aunque sin concretar la razón de la decisión. «Marula ha sido durante este tiempo uno de los centros neurálgicos de los sonidos afroamericanos en Madrid y no lo hubiésemos logrado sin todas las personas que lo han creado día a día, mes a mes, año a año. Camareros, dj’s, músicos, técnicos, responsables, porteros, promotores y, por supuesto, clientes», han querido agradecer.
Los responsables de la sala han puesto en valor que un espacio «de apenas cien metros cuadrados» se convirtiera durante casi dos décadas en «ese lugar infinito donde la música y la buena vibra no entendían de límites».
«Ahora llega el momento de despedirse. Lo hacemos con el orgullo de quien ha dado lo mejor de sí mismo, con nuestros aciertos y nuestros errores, y con la gratitud que sentimos por un club que hemos disfrutado, donde hemos conocido a personas que se convirtieron en amigos y donde maduramos a golpe de realidad», han recogido en un comunicado.
En Marula Café tienen claro que «nada se para» aunque ya no serán ellos los que pongan «la banda sonora a las noches del puente». «Nos vamos con el deseo de que la música, el teatro, el cine, el Arte en todas sus expresiones, no pare, no se rinda, y que haga de este mundo un mundo más humano», han remarcado.
Ánimo a quienes pelean cada día por algo tan poco apreciado en nuestro país como es la Cultura y con el dolor de quien se va sin quererlo. Os decimos adiós o, mejor dicho, hasta pronto, que nunca se sabe qué pasará al doblar la esquina», se despide el equipo de Marula Café.