11,5 millones de niños se benefician del programa ProFuturo

Cerca de 11,5 millones de menores y más de 450.000 docentes de 38 países de Latinoamérica, El Caribe, África y Asia se han beneficiado en los últimos cuatro años del programa de educación digital ProFuturo.

Este programa fue puesto en marcha en 2016 por Fundación Telefónica y Fundación ‘la Caixa’ con el objetivo de «reducir la brecha educativa en el mundo usando la tecnología y experiencias digitales innovadoras para llevar educación de calidad a los lugares más vulnerables del planeta», como han recordado ambas entidades en un comunicado conjunto.

En este sentido, han indicado que, en 2020, ProFuturo ha centrado sus esfuerzos en aliviar el impacto de la pandemia en la educación. Entre otras medidas, ha abierto sus recursos digitales de manera gratuita a docentes, estudiantes y familias de todo el mundo para que puedan seguir formándose y aprendiendo desde casa.

En total, según han detallado, la plataforma de aprendizaje de ProFuturo ofrece en esta modalidad 160 cursos de formación docente en 4 idiomas y 1.800 horas de contenidos para estudiantes de lengua, matemáticas, ciencia, tecnología y habilidades para la vida.

Asimismo, han destacado que, hasta la fecha, 60.000 niños y niñas han usado los contenidos en abierto y 320.000 docentes se benefician de los cursos de formación, lo que supone un 274% más que antes de la crisis sanitaria.

«De acuerdo a la Unesco, el cierre de escuelas ha afectado al 67% de la población mundial en edad escolar, dejando a 1.200 millones de estudiantes sin clases en 143 países del mundo y afectando a 9 millones de docentes», han subrayado, al tiempo que han añadido que «esto ha agravado las ya existentes brechas educativa y digital, que afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables, haciendo que el trabajo de ProFuturo cobre más sentido que nunca».

COLABORACIÓN INTERNACIONAL

ProFuturo también ha puesto a disposición de gobiernos e instituciones internacionales sus contenidos y se ha sumado a la coalición mundial que ha puesto en marcha la Unesco para combatir el impacto que está teniendo la crisis sanitaria del Covid-19 en el sector educativo en entornos vulnerables.

Por otro lado, ProFuturo ha adaptado sus contenidos y formatos para llegar a los desconectados. «En las zonas más remotas donde no hay conectividad a Internet y los docentes y estudiantes no tienen dispositivos tecnológicos, se están grabando algunas lecciones para que puedan emitirse a través de la radio y la televisión, y entregando físicamente materiales impresos», han subrayado.

10.000 TABLETAS DONADAS EN ESPAÑA

En España, para que las familias con menos recursos puedan seguir conectadas, ProFuturo ha donado 10.000 tabletas a las 17 comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, y a 32 organizaciones sociales.

Además, desde que nació en 2016 con un primer piloto en Angola, ProFuturo ha ido creciendo y hoy se implementa en 10.000 escuelas de 38 países. En el año 2019, contribuyó a mejorar la educación de un total de 4,3 millones de niños y niñas, lo que supone un 17% más que en 2018.

El incremento más notable en el número de beneficiados ha sido en África, con un aumento de un 44% en 2019 como resultado, entre otros factores, de la expansión a nuevos países como Sudáfrica y Ruanda y del crecimiento del proyecto en Angola, Zimbabue, Tanzania, Senegal, Etiopía y Guinea Ecuatorial.

Además, en 2020, ProFuturo ha empezado a implementar su programa de educación digital en Sierra Leona y Esuatini.

En el último año, ProFuturo también ha desembarcado en el Caribe, donde ya implementa su programa en Bahamas, Barbados, Belice, Guyana y Santa Lucía de la mano de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

También han puesto de relieve que en el curso 2019-2020 ha impulsado «el trabajo que de forma pionera realiza en zonas de conflicto para garantizar el acceso a la educación digital de calidad de niñas y niños que se han tenido que desplazar forzosamente y que se encuentran en situación de refugio».

Por último, han recordado que en 2019 ProFuturo llevó la escuela digital al campo de refugiados de Dzaleka, ubicado a 30 kilómetros de la capital de Malawi, y en febrero de este año empezó a trabajar con refugiados iraquíes en una escuela de Amman, Jordania, junto a la Asociación Mensajeros por la Paz.