La Estatua de la Libertad y otras representaciones internacionales que encuentras en Barcelona

España tiene muchos atractivos que la hacen lucir imponente e interesante para visitar. Y es que, en cada uno de los puntos, a lo largo y ancho de nuestro territorio, podemos darnos cuenta de la diversidad cultural que forma parte esencial de la historia de nuestro país. Esto es algo que debe hacernos sentir orgullos a todos como ciudadanos. Si hablamos de la mítica ciudad de Barcelona, no debemos olvidar que es una tierra llena de «Gracia», y de muchos encantos, donde cualquier turista puede disfrutar de una amplia variedad de atractivos con los que pasar unas merecidas vacaciones.

Se trata de momentos especiales, un encuentro con la historia del mundo, que ha llegado a Barcelona para hacerla más bella y radiante de lo que estamos acostumbrados a observarla. Para nadie es un secreto, la cultura universal conforma un cúmulo lleno de saberes, dignos de admirar. En Barcelona, por ejemplo, tenemos una muestra idílica de la conocida Estatua de la Libertad, y otras representaciones internacionales que se dan cita en suelo catalán de una manera importante.

Las mismas datan desde hace muchos años, y son muestras claras de que no solamente el turismo nacional es relevante, sino también ese tipo de emblemas de otras raíces y latitudes hacen un turismo histórico de lujo, siendo la cultura el principal eje que mueve las emociones y sentimientos de quien lo vive.

La Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad están directamente en el pensamiento de las personas, no importa si la conoces de cerca, pues es reconocida desde los libros, las imágenes y en esta era de Internet. Como es llamativa para todos, forma parte esencial del simbolismo de los Estados Unidos. Considerada a su vez, como uno de los monumentos más icónicos y representativos de América del Norte. Su imagen trasciende fronteras, y es ampliamente visible en la cultura popular.

Vale mencionar que esta estatua fue un regalo del Gobierno de Francia a los Estados Unidos en el año 1886, con motivo del primer centenario de la independencia de ese país. Como dato a considerar, no es la única que existe en el mundo, es de recordar que Estados Unidos le concedió otra estatua a Francia tres años más tarde de conmemorar la Revolución Francesa. Y para mayor atractivo, en España, específicamente en Barcelona hay otra.